miércoles, 1 de marzo de 2023

¡Yogur de mango y zanahoria! ¿Y eso a qué sabrá?

 Se trata de Bioyogur, una bebida láctea que va camino a ser patentada gracias a que combina la pulpa de esta fruta y esta verdura para darle paso a un yogur sabroso, con antioxidantes que frenan el deterioro de las células y con fibra dietética que previene el estreñimiento. Unidos la zanahoria y el mango propician la proliferación de microorganismos (probióticos) que mejoran la flora intestinal y reducen el riesgo de obesidad.

Así, si usted es de los que le huye al consumo de verduras, con este innovador yogur no tendrá excusas para dejar de comerlas, pues su paladar será invadido por notas dulces, alimenticias, y que le ayudarán a su estómago a tener una mejor digestión, lidiar con la pesadez, la distensión, e incluso con el dolor abdominal.

El creador de Bioyogur es Ángel David Camargo, magíster en Ciencia y Tecnología de Alimentos de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), quien tomó la zanahoria y el mango –alimentos tropicales que en Colombia forman parte de la producción agrícola de zonas cálidas y templadas–, y los mezcló con la miel, en una leche natural.

Bioyogur es la denominación que puede recibir una bebida láctea como esta, que contiene probióticos y otros compuestos que resultan beneficiosos para la salud humana; así lo establece la Asociación Científica Internacional para Probióticos y Prebióticos (Isapp).

Los probióticos se obtienen en el proceso de fermentación y es por eso que se dice que el yogur es una fuente natural de estos microorganismos benéficos para la salud. En este desarrollo, el magíster incorporó probióticos comerciales para potenciar las bondades de la bebida láctea.

“En general, los yogures comerciales no tienen adición de probióticos, solo contienen los que se generan por la fermentación. En la legislación colombiana, y según parámetros internacionales, para tener el requisito de probiótico debe tener mínimo 106 unidades formadoras de colonias por mililitro (10⁶ UFC/mL), que indican el crecimiento de bacterias”.

Lo interesante es que Bioyogur obtuvo 10¹⁰ UFC/mL, una mayor presencia de estas bacterias que supera el rango mínimo establecido por la normatividad. Al contener una mayor carga de bacterias, aumenta su beneficio.

El resultado se logró tras llevar cuatro cepas comerciales con potencial probiótico al Laboratorio del Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos (ICTA) de la UNAL, y se incluyeron en la leche de base previamente tratada en la planta de lácteos con la pulpa de la zanahoria y el mango.

Después se pasó a un proceso de refrigeración y almacenamiento a 4 °C durante 28 días, para validar el comportamiento de las bacterias. El día 21 el producto presentó un crecimiento significativo de dichos organismos.

El investigador resalta que “las 10¹⁰ UFC/mL de probióticos se mantuvieron vivas hasta el día 21, que fue el periodo que se determinó para hacer la evaluación, lo cual demostró que se pueden adaptar a bajas temperaturas”.

La zanahoria y el mango se eligieron por demostrar que favorecían la proliferación de los probióticos. Esto se determinó después de hacer pruebas con otra relación de alimentos como la ahuyama y el mango, que no presentaron resultados de tal nivel.

Y por supuesto, para evaluar la calidad del producto se recurrió a un grupo de “catadores” de yogur. Alrededor de 40 personas mayores de 16 años determinaron la aceptación del producto final luego de evaluar características como textura, sabor, apariencia y color. La mayoría de los comentarios coincidieron en señalar que era increíble pensar que dicho producto tenía como base la zanahoria.

La creación de Bioyogur fue co-dirigida por las profesoras Consuelo Díaz Moreno y Camila Bernal Castro, de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNAL. En 2022 ganó una convocatoria realizada en España por la Isapp en el marco del Congreso Anual, espacio para hablar de los beneficios de los probióticos y prebióticos en la salud, entre otros temas.

También contó el apoyo de la profesora Carolina Gutiérrez, líder nacional de investigación de la Escuela de Ciencias Agrícolas, Pecuarias y del Medio Ambiente de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD), y de Gregorio Hernández y Esperanza Pulido, personal encargado del Laboratorio de Análisis Microbiológico de Alimentos de la UNAL.






martes, 28 de febrero de 2023

Guías de limpieza prevendrían contaminación en elaboración de medicamentos

 ¿Le ha pasado que mientras cocina, por equivocación revuelve la sopa o el arroz con la misma cuchara que preparó el postre, y al momento de probarlos siente sabor a vainilla o leche? Esta situación, que se conoce como “contaminación cruzada”, también pasa en otros lugares, como por ejemplo en los laboratorios de medicamentos, en los que un error de este tipo puede dejar mucho más que un sinsabor. El diseño de 7 matrices o guías de validación de limpieza de estos espacios evitaría el riesgo de que algo así ocurra.

Algunas veces los fabricantes de medicamentos elaboran sus productos en instalaciones compartidas (conocidas como multiproducto), es decir que pueden fabricar 10 o más tipos de fármacos en el mismo lugar y con la misma línea de equipos, aunque sus componentes varíen, así como sus reacciones y efectos adversos.

Pese a que lo ideal es que la eliminación de los residuos de las superficies esté garantizada y que las áreas y los equipos sean aptos para la manufactura de otro medicamento sin que se afecte su calidad, puede suceder que se presente contaminación cruzada.

No se trata de un asunto menor, pues si algo así sucede existe el riesgo potencial asociado con que partículas externas o sustancias químicas de diferentes medicamentos se crucen entre sí, los fármacos se pueden adulterar, y como consecuencia, quienes los ingieran se exponen a reacciones alérgicas, intoxicaciones e incluso a la muerte.

Para evitar la contaminación cruzada, en la industria farmacéutica existe una validación de limpieza que permite corroborar la eficacia del proceso, en especial en los equipos de producción. Así se elaboran productos inocuos.

En 2020, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos ubicó en el top 6 de las deficiencias en Buenas Prácticas de Manufactura aquellas relacionadas con la limpieza y el mantenimiento de los equipos.

Jorge Luis Hernández Guerrero, magíster en Ciencias Farmacéuticas de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), explica que “una de las razones potenciales es que falta un enfoque armonizado al momento de construir las matrices de validación de limpieza para seleccionar el ‘peor caso’ que este pueda ocasionar; aquí se puedan emplear diferentes criterios para evaluar el medicamento”.

Siete matrices

En su trabajo de investigación el magíster elaboró 7 matrices de validación de limpieza, en especial para la fabricación de medicamentos sólidos como cápsulas o tabletas.

Para ello tomó los medicamentos de una planta farmacéutica y a cada una de sus formulaciones les aplicó criterios como la dosis diaria definida, dada por la Organización Mundial de la Salud; la clasificación farmacológica al que pertenecían; la dificultad de limpieza; la solubilidad y la dosis letal 50, que se refiere a la dosis –calculada estadísticamente– de un agente químico o físico (radiación) que se espera que mate al 50 % de los organismos de una población bajo un conjunto de condiciones definidas.

“El peor caso se identificó con base en las características farmacológicas, toxicológicas y que representan el mayor reto cuando se realizan labores de limpieza para remover los residuos de medicamentos de las superficies de los equipos”.

“El peor caso es el mayor riesgo que puede generar cada medicamento y eso fue lo se estandarizó para que la limpieza se pueda hacer de manera eficiente teniendo la matriz desarrollada”, explica el magíster.

Uno de los puntos de mayor interés fue evaluar la dificultad de la limpieza, y para obtenerlos se calculó –mediante fórmulas matemáticas– la solubilidad de los componentes que contenían los medicamentos, y entrevistó a operarios de plantas de producción farmacéutica dedicados a hacer la limpieza, quienes calificaron –de 1 a 5– qué tan fácil es remover con agua los residuos de productos en la superficie de los equipos y de las áreas.

Para determinar los criterios empleados en las matrices se basó en la gestión de riesgos, realizó una búsqueda de la normatividad vigente, guías organizacionales y buscó el apoyo de expertos técnicos para su determinación.

Uno de los retos de esta investigación fue estandarizar una metodología y los criterios de las matrices para que sean aplicadas en diferentes medicamentos y así evitar la contaminación cruzada.

“Se cree que cuantos más criterios se empleen mejor será la determinación del peor caso, pero por lo general esto no es cierto, no todos los criterios ayudan a seleccionar el medicamento peor caso, el cual se identifica como la formulación más tóxica y que represente un mayor reto a la hora de limpiar las áreas y los equipos”, explica el investigador Hernández.

Las matrices desarrolladas serían un insumo para la industria farmacéutica nacional, unas aliadas para impedir que productos “contaminados” lleguen a las personas.

 





martes, 10 de enero de 2023

Realidad aumentada haría más dinámica la información de las Apps

 Así lo comprobó una estudiante de Ingeniería Física de la de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Manizales, quien diseñó laboratoriosapp, una aplicación móvil que le permite al usuario acceder a la información técnica de los equipos del Laboratorio Investiga mediante tecnología 3D, textos animados y videos.

Potenciostato Galvanostato, Espectrofotómetro Ultravioleta Visible, Magnetrón Sputtering, Microscopio de Fuerza Atómica, Espectrómetro Infrarrojo Por Transformada de Fourier, Difractómetro Rayos X, Máquina de Ensayo Universal y Microscopio Óptico Metalográfico, son los ocho equipos con lo que cuenta el Laboratorio Investiga, el cual ofrece servicios de tratamiento de materiales, medicamentos, estudios físicos y sustancias químicas.

La creadora de laboratoriosapp, Sofía Rojas Montoya, explica que, “a través de la lectura de códigos QR ubicados en diferentes puntos estratégicos del Laboratorio, la aplicación móvil permitiría que los usuarios, entre los que se encuentran profesores y estudiantes de diversas áreas, conozcan cómo funcionan los equipos y qué servicios ofrece el Laboratorio Investiga”.

Agrega que “la información recopilada se envió a un programa llamado Unity, el cual sirvió para organizarla y mostrarla de forma ordenada y llamativa, desde su estructura hasta la estética (botones, texto, imágenes)”.

Por otra parte, “el diseño dinámico consiste en explorar el modelo de laboratorio desde distintas vistas, señalando y enfocando las zonas o botones importante de cada objeto”.

Este desarrollo tecnológico tiene una finalidad académica, pero es posible aplicarlo en otros entornos; por ejemplo, empresas e industrias podrían rediseñar sus sistemas de información, capacitar a sus operarios y ofrecer sus servicios a futuros clientes.

El ingeniero electrónico David Villegas Tamayo, líder del Aula STEM de la UNAL Sede Manizales, anota que “la aplicación empezará a utilizarse este año con los estudiantes para que aprendan a conocer los equipos, su uso y manejo”.

Los ingenieros anotan que, aunque las aplicaciones móviles son prácticas para atender las distintas necesidades de un usuario como hacer compras en línea, pagar servicios públicos o aprender un idioma, la información que en ellas se muestra podría mejorarse a través de la realidad aumentada, siendo más llamativa, interactiva y lúdica para los usuarios.

Precisamente, el desarrollo de estas tecnologías ha tenido un gran impulso en el país y promoverá drásticos cambios en el ámbito empresarial, en la actualidad algunas de las empresas más importantes ya ofrecen algunos servicios mediante dicho medio digital.

 ¿Por qué usar realidad aumentada?

Esta realidad aumentada le permite a la investigadora presentar o visualizar cosas y los entornos de una forma más interactiva como figuras en 3D, textos animados, presentar videos etc.

Consiste en trasladar la información plana o tradicional a un esquema visual diferente, hacer de los objetos de la vida real un modelo digital y que pueden ser visualizados desde cualquier dispositivo: celular, tablet o computadora. Sofia Rojas Montoya, Estudiante de ingeniería física.

Algo positivo es que no requiere de internet porque es posible hacer una base de datos para que la app funcione y muestre información del laboratorio e instrumentos cuando sea necesario.

Según la estudiante Rojas, la realidad aumentada, pertenece a una concepción de la vida real, a comparación del término ”realidad virtual” la cual presenta la información o la interacción principalmente con elementos irreales, como lo son los videojuegos.

Lo novedoso del proyecto, es que la App no solo permitirá conocer los ambientes del laboratorio como estrategia académica, sino que además se pudo elaborar realidad aumentada con otro tipo de objetos sólidos como pancartas, maquinarias a escala, textos, estatuas, etc.







martes, 20 de diciembre de 2022

Forest Mind y El Testigo, exposiciones abiertas en el Claustro de San Agustín

 En diciembre, el Claustro de San Agustín, de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), estará abierto al público en sus horarios habituales de martes a domingo de 10 de la mañana a 6 de la tarde –excepto los días 25 y 26, y el 1 y 2 de enero de 2023– para que todos los bogotanos y turistas que vienen a la ciudad visiten las exposiciones Forest Mind y El Testigo.

Forest Mind es la nueva obra de la videoartista suiza Ursula Biemann, comisionada y producida por el Museo de Arte de la UNAL. Se trata de una instalación que recoge su trabajo colaborativo de cuatro años con el pueblo inga panamazónico, en el cual la teórica del arte retoma su interés personal en la inteligencia de la naturaleza.

La curaduría de la exposición está a cargo de María Belén Sáez de Ibarra, profesora y directora de Patrimonio Cultural de la UNAL, quien señala que “la parte principal de la exposición es el videoensayo Forest Mind, una pieza metafísica y teórica fundamentada tanto en la investigación en campo como en lecturas científicas que Ursula Biemann ha realizado a lo largo de su vida, y además en el uso de las tecnologías de imagen más avanzadas para computar secuencias de ADN de la selva tropical”.

“Así, Biemann expone que la naturaleza alberga una inteligencia innata que se manifiesta incluso a nivel molecular, compartida a través de megarredes hiperconectadas entre todo el reino vegetal y que impacta las demás formas de vida”.

Destaca además que “la artista explica que esta inteligencia vegetal se manifiesta poderosamente a través del yagé, y los médicos tradicionales saben cómo manejarla; es un conocimiento salvaguardado durante 500 años por los chamanes inga”.

La exposición, que estará abierta hasta el 30 de abril de 2023, está integrada por el videoensayo artístico Forest Mind, el documental Vocal Cognitive Territory y la plataforma multimedia on-line Devenir Universidad, tres obras que se entrelazan para reflexionar sobre la interconexión de la vida.

El Testigo

De otra parte, la exposición El Testigo, del fotoperiodista colombiano Jesús Abad Colorado, es un punto de referencia para la comprensión, reflexión y discusión profunda de la paz y el posconflicto en Colombia.

“La exposición mantiene el tono ético de la muestra, en la cual no acusa ni toma partido, sino que invita a la responsabilidad colectiva de la dolorosa historia que ha atravesado al país y a una reconciliación para fomentar la esperanza y la reconstrucción”, afirma la profesora Sáez de Ibarra, curadora.

Agrega que “la muestra se presenta con el rigor científico de este periodista, pero al mismo tiempo con el afecto y el sentimiento que lo caracterizan: un retrato amoroso que apuesta por la esperanza y la dignidad humana evocando la reconciliación como una invitación a ponernos en la piel del otro”.

Son más de 500 fotografías en blanco y negro y color, muchas de ellas inéditas, capturadas entre 1992 y 2018, y cuyas historias van hiladas en un discurso construido de forma colectiva y académica, con un equipo que acompañó a este “testigo” durante meses, aunque están narradas en primera persona.

Igualmente se apoya en recursos multimedia, proyecciones en gran formato, mapas, cifras, estadísticas y resúmenes de estudios realizados por el Centro Nacional de Memoria Histórica y la Unidad de Víctimas.

La muestra está dividida en cuatro salas: “Tierra callada”,“No hay tinieblas que la luz no venza”,“Y aun así me levantaré”, y“Pongo mis manos en las tuyas”, cada una de las cuales  muestra diferentes realidades del conflicto armado del país como el desplazamiento, la desaparición forzada, la violencia en civiles y las manifestaciones por la paz.

La exhibición no pretende abarcar todo el territorio ni toda la historia del conflicto armado nacional, sino construir desde la particularidad, desde los fragmentos de esa parte del país que Colorado ha documentado, desmarcando a las víctimas de la identidad colectiva que ha fomentado su invisibilidad, para identificarlas como personas únicas.

Las visitas para grupos se deben programar con mínimo tres días de antelación, llenando este formato en línea. El Claustro de San Agustín está ubicado en la carrera 8 #7-21, en Bogotá.




 







viernes, 2 de diciembre de 2022

Residuos de madera convertidos en energía, carbón vegetal y hasta vinagre

 Hojas de los árboles, viruta de madera, cisco de café o cascarilla de arroz, entre otros residuos, son la materia prima con la que se pueden generar energías con emisión neutra de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera, además de productos como biochar (carbón vegetal) y vinagre de madera, muy cotizados en el mercado. Con innovaciones como estas, la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Medellín proyecta la puesta en marcha de una spin-off.

Imagine que todas las hojas que poda de los árboles de su finca pueden ir no a la basura sino a una máquina que las procesa y obtiene de ellas energía para iluminar un espacio o para utilizar la lavadora o la licuadora. Así, los residuos que muchas veces son considerados como basura, dejarían de ser problema para convertirse en una oportunidad.

Como las oportunidades se aprovechan, el grupo de investigación Termodinámica Aplicada y Energías Alternativas (Tayea), de la UNAL Sede Medellín, lidera investigaciones que les permitan generar energía eléctrica y obtener productos con valor agregado.

Uno de los procesos para llegar a dichos fines es la gasificación, que “consiste en tomar un material sólido carbonoso, como por ejemplo las hojas de las podas de los árboles, y meterlo en un reactor a una temperatura de unos 850 °C, en presencia de poco de oxígeno, vapor de agua y dióxido de carbono”, explica profesor Farid Chejne Janna, líder del Tayea.

Allí el material lignocelulósico, llamado técnicamente biomasa, empieza a ser “cortado a nivel molecular”, o craqueado.

“Se trata de cadenas largas de carbonos, hidrógenos y oxígenos que se van ‘cortando’ durante la gasificación, de manera que van quedando moléculas más pequeñas como metano, monóxido de carbono, hidrógeno, etc.”, complementa Carlos Mario Ceballos, investigador del Tayea y profesor de la Universidad de La Guajira.

El resultado de este proceso es un producto gaseoso rico en hidrógeno y monóxido de carbono, gases que se pueden usar para producir energía eléctrica o térmica, que incluso se podrían enriquecer con más hidrógeno para llevarlo a otro tipo de reactor y producir gasolina, diésel, keroseno, dimetil éter (precursor de biocombustibles y productos químicos) o ácido acetilsalicílico (aspirina).

Todas estas posibilidades abren un panorama alternativo para la industria colombiana, que el grupo de investigación ha llamado “descarbonización”, pues el proceso de gasificación permite generar energía eléctrica con una emisión neutra de dióxido de carbono –uno de los principales causantes del calentamiento global– evitando la producción de metano, que es 28 veces más dañino que el CO2 y que se genera por la descomposición inadecuada de los residuos agroindustriales.

“Con base en la tecnología de gasificación, que ya se tiene desarrollada, junto al uso de la alta ingeniería (modelamiento matemático, simulación de procesos, optimización y diseño de equipos), se está buscando aportar a la descarbonización de la industria colombiana”, comenta el profesor Ceballos.

Tanto así, que el Tayea proyecta crear “DeCO2”, una spin-off que proporcionaría dispositivos para la gasificación y la generación de energía; además ofrecería asesoría en torno a la optimización de procesos industriales con base en el modelamiento y la simulación. La industria nacional tiene un potencial de ahorro energético que rondaría entre el 20 y 25 %.

En ese sentido, proyectan conformar “distritos de aprovechamiento energético de residuos”, en los que, con volúmenes de biomasa intermedios producidos en empresas medianas, grandes unidades residenciales, universidades, colegios o centros vacacionales, se pueda generar energía y otros productos de valor agregado.

Así, teniendo en cuenta que con la gasificación quedan algunos elementos sólidos –como el biochar– y líquidos –como el vinagre de madera, usado en la industria alimentaria–, el grupo también le está apostando a la consolidación de productos para el mercado.

“El biochar se puede convertir en carbón activado, muy usado en la captura de gases, la limpieza de afluentes hídricos y el sector textil”, señala el profesor Ceballos.

Además de las innovaciones conocidas hasta ahora, el Tayea avanza en la simulación molecular, el modelamiento de procesos a escala de partícula y a escala de proceso y el desarrollo de nuevos diseños ingenieriles para la generación de tecnologías locales.





jueves, 29 de septiembre de 2022

Uso de luz halógena optimizaría transformación de la arena para construcción

 La arena, o agregado fino, es un recurso fundamental en la elaboración de morteros o concretos que se disponen para la construcción. Sin embargo, la pérdida de agua y de material es un impedimento durante dicho proceso. Una innovadora técnica emplea luz halógena para ahorrar hasta el 98 % del tiempo, la energía y el material del recurso.

El mortero es una mezcla que contiene arena, agua y cemento, entre otros compuestos; se utiliza en la construcción de manera variada, pero sobre todo para el sostenimiento y revestimiento de muros de edificios, viviendas e incluso calles o autopistas.

En Colombia la elaboración de morteros se basa en la norma ASTM C128, con la cual se evalúa la absorción de agua de los áridos finos. Sin embargo, esta disposición presenta una dificultad al momento de obtener con precisión el valor de la absorción de agua y provoca una mayor pérdida de recursos durante su evaluación.

Viendo esta falencia, la ingeniera civil Diana Gómez Cano, estudiante de la Maestría en Construcción de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Medellín, propone utilizar una técnica basada en luz halógena que permite ahorrar tiempo y recursos mediante el cálculo del valor de la absorción de agua (o humedad).

En comparación con la norma estándar, al utilizar la técnica alternativa arrojó que se requiere un 25 % menos tiempo, un 86 % menos energía y se ahorró un 98 % de material. Además, con el uso de luz halógena solo se requieren 20 g de arena, a diferencia de la norma estándar en la que se necesitan 1 kilo o 1.000 gramos.

Luz halógena, alternativa económica y ecológica

La técnica balance termogravimétrico de luz halógena (TBH), se presentaría como una alternativa al uso de la norma estándar colombiana (NTC 237) y la internacional (ASTM C128) que calcula el valor de absorción de agua.

“La relación entre agua y cemento en una mezcla de morteros es fundamental ya que esto es lo que permite que existan unas propiedades mecánicas funcionales para la elaboración de infraestructuras”, explica la estudiante Gómez.

Según la ingeniera civil, el uso de esta técnica resulta pertinente en un mundo donde a diario se plantean alternativas que permitan un mejor uso de recursos naturales. Sin embargo, enfatiza en que la TBH no reemplaza la normativa estándar, sino que podría complementarla.

Durante la investigación, en la que participaron estudiantes del Programa Especial de Admisión y Movilidad Académica (Peama) de la Sede Orinoquia y de la Sede Medellín, se diseñó un software registrado como “Absortion Innovation”, de la UNAL.

El profesor Roberto Bernal, de la Sede Orinoquia, explica que “una vez dispuestos los 20 g de arena, se conecta la balanza que funciona con luz halógena y el programa informático mide en cuánto tiempo cambia la masa y la humedad”.

Agrega que “cuando hay un cambio en función del tiempo, se determina un punto de inflexión que está relacionado con la saturación”.

Paso a paso del desarrollo de la técnica

Para la investigación se establecieron tres objetivos: reducir el consumo de energía, la cantidad de muestra de agregado y el tiempo de la evaluación. Para lograrlo se desarrollaron dos fases.

La primera fase consistió en obtener la absorción del agua comparando la técnica alternativa con la norma estándar. “Aquí se encuentran valores más pequeños en la desviación estándar que con la técnica alternativa. Lo que evidencia que ofrece precisión de resultados” asegura la ingeniera Gómez.

Después se buscó analizar la optimización de recursos comparando ambas técnicas; así, se identificó que cuando se utiliza la TBH se reduce hasta en un 98 % la cantidad de material que se necesita.

Esta investigación planea llegar a una segunda fase en la cual se logre estandarizar la técnica para su uso nacional e internacional en la ingeniería civil.







martes, 6 de septiembre de 2022

Cómic narra la pérdida de Panamá para que los niños se apasionen por la historia

 León, Leonora y Leonel son los personajes del libro La pérdida de Panamá, que con ilustraciones y caricaturas cuenta este particular episodio de la historia de Colombia, acontecido hace 119 años, para que los niños de primaria conozcan su pasado y puedan comprender su presente.

“El pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla” es un dicho popular pero certero cuando se hace referencia a los vacíos que por años ha tenido la educación básica en Colombia.

Con 15 años de experiencia, la profesora Sandra Milena Vargas, quien imparte la asignatura de Ciencias Sociales en básica primaria, ha identificado falencias en la enseñanza de esta materia, como por ejemplo que las bibliotecas escolares están repletas de textos aburridos y largos –en su mayoría–, y casi ninguno incita a los estudiantes a indagar sobre el pasado.

“Muchas veces las instituciones educativas no tienen las condiciones para enseñar, se carece de material pedagógico y didáctico”, afirma la docente.

También ha establecido que una parte importante de sus estudiantes no leen un libro de historia por iniciativa propia, lo que “afecta el pensamiento histórico, muy relevante, pues es inherente a la crítica reflexiva y constructiva surgida en el diálogo, la interacción y la interrelación entre disciplinas, y que se van conformando en la infancia”.

Así, aprovechando la investigación que desarrollaba en su pregrado sobre la separación de Panamá de Colombia, la profesora Vargas se arriesgó a contar este episodio de principios de la República mediante anécdotas y datos curiosos.

El objetivo es que los niños no solo encuentren un relato fascinante de aquel 1903, sino que a partir de allí tengan elementos que les permitan entender mejor la realidad del país donde nacieron.

El libro La pérdida de Panamá es una herramienta pedagógica que apoya a los profesores en su apuesta por dinamizar la enseñanza de la historia. Cuando terminan la lectura, los estudiantes tienen dos maneras de mostrar lo aprendido: con un resumen escrito, o con uno ilustrado.

El historiador Darío Campos, profesor de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), señala que “se trata de un aporte valioso, ya que en 1984 se eliminó la historia como asignatura y área de conocimiento, y desde entonces a los estudiantes no se les enseña a pensar históricamente, lo que es distinto a enseñar historia. No hay perspectiva histórica sobre los problemas que vive la sociedad”.

Para la profesora Vargas fue importante escoger este tema en particular, “ya que rememora un hecho que aún genera indignación y se trata de un asunto histórico que causó más pérdidas que ganancias tanto para los istmeños como para los nacionales. Es un acontecimiento que siempre está en debate generando polémicas para los académicos de ambos países”.

Recursos narrativos del libro

En La pérdida de Panamá, el lector encuentra grabados, retratos de la época, mapas históricos y caricaturas de los artistas Nadím Amin –Premio Nacional de Periodismo Digital– y Julio César Bernal Quitian.

La introducción del libro reconstruye lo ocurrido y describe a los personajes que cuentan el relato en 17 apartados con temáticas como “La guerra de la sandía”, “La guerra de los Mil Días”, “El canal de Wall Street” o “Colombia llora su pérdida”.

León, uno de los tres personajes principales de la historia, explica la importancia de Panamá antes de separarse de Colombia. Leonora es la encargada de contar lo que ocurrió durante el proceso de independencia del istmo, y Leonel ayuda a comprender qué pasó con Panamá desde el momento en que dejó de ser un departamento colombiano.

Este 3 de noviembre se cumplen 119 años de la separación de Panamá, una pérdida incalculable para Colombia si se suman los ingresos que ha dejado el Canal construido en 1914 con el auspicio de Estados Unidos y que comunica a los dos océanos.

La académica Vargas concluye diciendo que hoy como ayer, las acciones del Gobierno colombiano están llenas de sumisión, tal vez porque como diría Elías Canetti, sus pasos están guiados por la idea de que: “la alegría de los más débiles es darle algo a los más fuertes”.