jueves, 29 de septiembre de 2022

Uso de luz halógena optimizaría transformación de la arena para construcción

 La arena, o agregado fino, es un recurso fundamental en la elaboración de morteros o concretos que se disponen para la construcción. Sin embargo, la pérdida de agua y de material es un impedimento durante dicho proceso. Una innovadora técnica emplea luz halógena para ahorrar hasta el 98 % del tiempo, la energía y el material del recurso.

El mortero es una mezcla que contiene arena, agua y cemento, entre otros compuestos; se utiliza en la construcción de manera variada, pero sobre todo para el sostenimiento y revestimiento de muros de edificios, viviendas e incluso calles o autopistas.

En Colombia la elaboración de morteros se basa en la norma ASTM C128, con la cual se evalúa la absorción de agua de los áridos finos. Sin embargo, esta disposición presenta una dificultad al momento de obtener con precisión el valor de la absorción de agua y provoca una mayor pérdida de recursos durante su evaluación.

Viendo esta falencia, la ingeniera civil Diana Gómez Cano, estudiante de la Maestría en Construcción de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Medellín, propone utilizar una técnica basada en luz halógena que permite ahorrar tiempo y recursos mediante el cálculo del valor de la absorción de agua (o humedad).

En comparación con la norma estándar, al utilizar la técnica alternativa arrojó que se requiere un 25 % menos tiempo, un 86 % menos energía y se ahorró un 98 % de material. Además, con el uso de luz halógena solo se requieren 20 g de arena, a diferencia de la norma estándar en la que se necesitan 1 kilo o 1.000 gramos.

Luz halógena, alternativa económica y ecológica

La técnica balance termogravimétrico de luz halógena (TBH), se presentaría como una alternativa al uso de la norma estándar colombiana (NTC 237) y la internacional (ASTM C128) que calcula el valor de absorción de agua.

“La relación entre agua y cemento en una mezcla de morteros es fundamental ya que esto es lo que permite que existan unas propiedades mecánicas funcionales para la elaboración de infraestructuras”, explica la estudiante Gómez.

Según la ingeniera civil, el uso de esta técnica resulta pertinente en un mundo donde a diario se plantean alternativas que permitan un mejor uso de recursos naturales. Sin embargo, enfatiza en que la TBH no reemplaza la normativa estándar, sino que podría complementarla.

Durante la investigación, en la que participaron estudiantes del Programa Especial de Admisión y Movilidad Académica (Peama) de la Sede Orinoquia y de la Sede Medellín, se diseñó un software registrado como “Absortion Innovation”, de la UNAL.

El profesor Roberto Bernal, de la Sede Orinoquia, explica que “una vez dispuestos los 20 g de arena, se conecta la balanza que funciona con luz halógena y el programa informático mide en cuánto tiempo cambia la masa y la humedad”.

Agrega que “cuando hay un cambio en función del tiempo, se determina un punto de inflexión que está relacionado con la saturación”.

Paso a paso del desarrollo de la técnica

Para la investigación se establecieron tres objetivos: reducir el consumo de energía, la cantidad de muestra de agregado y el tiempo de la evaluación. Para lograrlo se desarrollaron dos fases.

La primera fase consistió en obtener la absorción del agua comparando la técnica alternativa con la norma estándar. “Aquí se encuentran valores más pequeños en la desviación estándar que con la técnica alternativa. Lo que evidencia que ofrece precisión de resultados” asegura la ingeniera Gómez.

Después se buscó analizar la optimización de recursos comparando ambas técnicas; así, se identificó que cuando se utiliza la TBH se reduce hasta en un 98 % la cantidad de material que se necesita.

Esta investigación planea llegar a una segunda fase en la cual se logre estandarizar la técnica para su uso nacional e internacional en la ingeniería civil.







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