miércoles, 16 de julio de 2025

La UNAL conmemoró los 100 años de Fals Borda leyendo su obra en voz alta

 A las 7 de la mañana, cuando la ciudad apenas despertaba, el eco de tambores y gaitas caribeñas rompió el silencio del emblemático Auditorio Virginia Gutiérrez de Pineda, en el campus de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Bogotá. Como si se tratara de una cita ineludible, el grupo musical Luruaco Trío marcó el inicio de una jornada que no solo celebró el centenario del natalicio del sociólogo Orlando Fals Borda, sino que además reactivó su palabra, su legado, su raíz sentipensante.

Cuarto tomo de Historia doble de la Costa, una de las obras más representativas del pensador colombiano. Desde el Caribe hasta la Amazonia, desde Nariño hasta la Orinoquia, docentes, estudiantes, egresados y trabajadores de las 9 Sedes de la UNAL se unieron en esta juntanza de palabra para conmemorar no solo a un autor, sino a un pensamiento vivo, caminante y comprometido con la transformación social.

Hace 100 años, el 11 de julio de 1925, nació en Barranquilla Orlando Fals Borda, quien se convertiría en una de las figuras más influyentes de las Ciencias Sociales en Colombia y América Latina. Fue pionero en la creación de la Facultad de Sociología de la UNAL en 1959, impulsor de las Juntas de Acción Comunal desde 1958, y uno de los fundadores de Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso) en 1967.

En los años setenta su vocación de investigador lo llevó a trabajar de manera conjunta con comunidades campesinas organizadas en defensa de la tierra. Décadas más tarde integró la Asamblea Nacional Constituyente de 1991, reafirmando su compromiso con la justicia social. Murió en Bogotá el 12 de agosto de 2008, pero su legado sigue sembrando conciencia crítica.

La jornada de lectura continua, que se extendió hasta las 10 de la noche, formó parte del proyecto institucional “A 100 años de Orlando Fals Borda: vida, obra y pensamiento”, declarado por el Consejo Superior Universitario. En el acto de apertura, la profesora Luz Teresa Gómez de Mantilla, docente del Departamento de Sociología, inauguró el evento con una intervención poética cargada de imágenes del Caribe profundo, de historia y de territorio.

“Un crisol de razas mestizas, intertextualidad de lenguas... todos ellos atados a la tierra de la que han salido para este secreto tanto para la supervivencia como para la cura de las almas”, evocó, entrelazando pasado y presente. En sus palabras, Retorno a la tierra fue presentada como una obra viva que sigue diciendo verdades incómodas sobre las violencias materiales y simbólicas, pero también sobre las resistencias que nos habitan.

El pasado, 11 de julio, este intelectual blanco cumpliría 100 años, y su legado sigue latiendo en las acciones colectivas, en las juntas de acción comunal, en las apuestas por una reforma agraria que aún sigue siendo una tarea pendiente”, señaló la académica.

En el mismo auditorio donde hace 17 años se realizaron las honras fúnebres del maestro, la profesora Patricia Sierra, directora Académica de la Sede Bogotá, ofreció una intervención íntima, conmovedora, tejida desde la memoria afectiva y la gratitud: “gracias maestro porque nos mostraste cómo se dignifica la academia. Nos enseñaste que la producción de conocimiento es un diálogo entre semejantes, que también hacen ciencia las comunidades negras, las mujeres lideresas, los campesinos, los pescadores”.

Con voz pausada, recordó que Fals no se apropió del “sentipensar”, sino que lo reconoció como un hallazgo colectivo, como una potencia que se opone a la racionalidad sin alma. “Dignificar la academia es construir y descubrir colectivamente, es reconocer la valía del otro, de la otra, y su autonomía”. También recuperó una frase del propio Fals, en uno de sus últimos encuentros: “ahora les toca a las juventudes. Nuestra generación ya hizo su parte”.

A su turno la profesora Carolina Jiménez Martín, vicerrectora de la UNAL Sede Bogotá, subrayó el valor político, social y académico de esta lectura colectiva, y la urgencia de retomar las enseñanzas del maestro en el contexto actual. “Esta lectura forma parte del Año Fals Borda, una conmemoración que nace desde la Facultad de Ciencias Humanas y que fue acogida por toda la Universidad”, explicó la docente Jiménez.

Destacó además la vigencia de la investigación acción participativa (IAP), “una filosofía de vida que rompe con las relaciones de subordinación y explotación, y que plantea la participación como un vínculo entre sujetos igualmente pensantes y actuantes.
En tiempos de la Asamblea Constituyente Universitaria, subrayó que “sus claves teóricas resultan hoy imprescindibles para construir un gobierno universitario más democrático, más incluyente, más fiel a la autonomía colectiva. Fals Borda no solo escribió sobre Colombia, sino con Colombia, desde sus márgenes, sus voces silenciadas, sus urgencias territoriales”.

Lectura compartida de una obra que narra luchas

La selección del tomo Retorno a la tierra no fue casual. Según el profesor Normando Suárez, quien dio apertura a la lectura, este volumen recoge el proceso de acompañamiento que hizo Fals Borda a las luchas campesinas en Córdoba durante los años setenta, a través de su metodología IAP.

En el evento se leyeron fragmentos seleccionados del tomo, que abordan desde el arraigo campesino hasta las estructuras de poder que históricamente han marcado la tenencia de la tierra en Colombia.
Entre los textos escogidos estuvieron el Prólogo, “De retorno a la madre tierra”, “El persistente ethos del campesino”, “La amachada conquista del Sinú”, “Machismo y colonización”, “El congregador de pueblos”, “Reordenando el agro”, “En las sabanas: entre ricos y explotados”, “Los embrujos del Sinú”, “Riqueza agrícola y explotación humana”, y “Reforma agraria y ciencia social”.


El profesor Leopoldo Múnera Ruiz, rector de la UNAL, participó en esta jornada leyendo “El turno de los violentos”. En las “Notas del autor” de la segunda edición de Historia doble de la Costa, publicada en 2002, el maestro Fals Borda agradeció al entonces vicerrector General de la Universidad, profesor Múnera Ruiz, por haber impulsado dicha reedición. La primera versión de la obra había se publicó entre 1979 y 1987.

Además de rendirle un homenaje al legado intelectual de Fals Borda, la jornada de lectura también fue un acto cultural y político que recuperó las raíces populares, orales y musicales de la Costa Caribe, gracias a la presencia de gaitas y tambores, sonidos emblemáticos de esta región, que ambientaron la apertura y el cierre de la jornada. La música fue interpretada por Leticia Gaitas y Tambores – Grupo de Mujeres, con una función presencial de Cumbiamba que evocó la fuerza cultural de los pueblos que inspiraron esta obra.

 


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