Para mejorar los procesos de comercialización de los productores de la ciénaga de Zapatosa, ubicada entre Cesar y Magdalena, se crearon 6 infografías, 5 cartillas y 2 pódcasts (audios) relacionados con temas de pesca y ganadería, el empaque y embalaje de aguacate Hass, naranja Valencia, café, cacao y yuca, además de guías de los procesos tanto de exportación como de elaboración de una cadena de suministro y certificación de buenas prácticas manufactureras.
La economía de los municipios que conforman la ciénaga gira
en torno a la pesca, la agricultura, la ganadería, el comercio y los servicios.
Según el censo de 2018, las actividades de comercio y servicios concentran
cerca del 80 % de las unidades económicas de los cinco municipios de la
ecorregión de Zapatosa. Por su parte, las actividades ganaderas y pesqueras
ejercen gran presión sobre el ecosistema de humedales de la depresión
Momposina.
La iniciativa de Oriana Rojas y Michel Martínez, estudiantes
de Gestión Cultural y Comunicativa de la Universidad Nacional de Colombia
(UNAL) Sede de La Paz, se presenta en un lenguaje sencillo y con muchas
gráficas y ejemplos, teniendo en cuenta que la mayor parte de la población
beneficiaria tiene una escolaridad de primaria.
Estas estrategias se basan en las recomendaciones de la
norma técnica colombiana exigida en los establecimientos de la industria
gastronómica para garantizar la inocuidad de los alimentos durante la recepción
de materia prima, el procesamiento, almacenamiento, transporte, la
comercialización y el servicio.
La idea, que se da en el marco de Ecorza (proyecto de
regalías de investigación para el desarrollo, la transferencia de tecnología,
el conocimiento y la innovación), nace luego de varias salidas de campo en los
municipios que conforman la ciénaga: Chimichagua, Tamalameque, Chiriguaná y
Curumaní, en Cesar, y El Banco, en Magdalena, en donde se identificó una
deficiencia en la comercialización de los alimentos y en la apropiación del uso
de las tecnologías de la información y las comunicaciones.
“Muchas veces los productores de esta zona del país pierden
sus cosechas por un transporte inadecuado. Por ejemplo, en el corregimiento de
Mandinguilla, jurisdicción de Chimichagua, se puede producir la mejor naranja, pero
si la transportan mal y llega en pésimo estado a Bogotá, desperdician su
producido”, explica la estudiante Rojas.
El objetivo de la estrategia es mejorar las prácticas de
logística para productores, transportadores y receptores de carga en el
territorio, y también buscar buenas prácticas logísticas y de transferencia de
conocimiento relacionado con los aspectos normativos y de logística en los
negocios o actividades agrícolas que se realizan en el territorio.
Para contrarrestar esta problemática, ella y su compañera
Michel generaron pódcasts para los amantes de la radio o para las personas con
discapacidad visual completa o parcial, además de cartillas con gráficos coloridos
en las que explican de una manera dinámica cómo se realiza una cadena de valor
y cuál es el manejo óptimo en la logística, con un lenguaje fácil de comprender
–y no del típico ingeniero– para que lo pueda entender un joven o un adulto
mayor.
También elaboraron infografías con una especie de código QR
(códigos de barras capaces de almacenar determinado tipo de información) para
que se pueda leer con el celular, ya que el proyecto contempla instalar a
futuro unas antenas de internet en el territorio.
“Para el pódcast es necesario un celular con acceso a
internet; sin embargo, cuando fuimos a las comunidades les obsequiamos memorias
USB con toda la información digital a las personas que tienen computador, para
que la descarguen, la compartan y también puedan acceder a ella”, detalla la
estudiante Martínez.
Según las futuras gestoras culturales y comunicativas, la
mayoría de los habitantes de las localidades que colindan con la ciénaga de
Zapatosa tienen celulares smartphone, y bajan hasta los pueblos o
se trasladan a los colegios para acceder a conexión wifi.
La ciénaga es el humedal continental más grande de agua
dulce, su extensión es de entre 30.000 y 40.000 hectáreas en verano y de 70.000
hectáreas en invierno. Además de funcionar como amortiguador de las crecientes
del río Magdalena, alberga una importante biodiversidad, con cerca de 500
plantas vasculares, 45 especies de peces y 30 de mamíferos; así mismo, es el
hogar de una gran cantidad de aves nativas y migratorias que llegan de Canadá y
de otras partes del mundo a reproducirse y a alimentarse.