sábado, 3 de julio de 2021

Buenas prácticas sociales y ambientales garantizan sostenibilidad

 Ahorrar agua en los procesos industriales, mantener la responsabilidad social con los empleados y lograr un impacto positivo en las comunidades corporativas y externas son acciones que forman parte de las estrategias empresariales para apuntarle a la sostenibilidad.


“Aquellas compañías que no se preocupen por generar un impacto positivo en su relación con el tema ambiental y las comunidades no perdurarán en el tiempo y eso se evidencia en sus cifras financieras”.

Así lo asegura el economista Eduardo Sánchez, magíster en Economía de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) y gerente de Finanzas Corporativas y Riesgos del Grupo Argos, en el marco de la charla “ASG y financiamiento sostenible”, que forma parte del ciclo de conferencias “Conversaciones que Construyen”, promovido por la UNAL y este grupo empresarial.

La preocupación de las compañías por proteger el medioambiente se evidencia en su robustez económica, su valor de mercado en las bolsas de valores y en sus cifras de sostenibilidad, las cuales arrojan menores riesgos para los inversionistas debido a su rol de equilibrio con su parte social y económica, que asegura su permanencia en el tiempo, y por ende menores riesgos.

Por su parte Camilo Abello, director senior de Sostenibilidad del Grupo Argos, destaca que una de sus principales motivaciones empresariales ha sido transformar vidas tomando recursos naturales y financieros, y empleando el recurso más importante: el capital humano de la compañía.

En ese sentido, asegura que “la compañía no se centra en generar utilidades sino en cómo hacerlas, y por eso se busca ejercer los fundamentos de un capitalismo consciente, brindando utilidad a los accionistas pero impactando positivamente en las comunidades y así poder perdurar en el tiempo”.

Al describir la estrategia de sostenibilidad de esta compañía, menciona que está sustentada en 3 pilares fundamentales: inversión consciente (invertir en negocios que contribuyan a la solución de retos globales y aseguren aumento de valor en el largo plazo), operación responsable (transformar los capitales de una manera equilibrada, minimizando los riesgos negativos) y prácticas de vanguardia (desarrollar soluciones innovadoras)

Visión desde la academia

Según el profesor de la UNAL Jorge Mario Ramírez, investigador de la Institución, desde la comunidad global surge la idea de que problemas como el calentamiento global, la pérdida de biodiversidad y la desigualdad, entre otros, son de perspectiva, es decir que se deben revisar las formas mismas en que los individuos piensan el mundo y el papel que cumplen en este.

“Desde la Facultad de Ingeniería de la Universidad se emplea otro tipo de visión, y es aquella que los pensadores denominan cosmovisión sistémica del mundo’, que busca la sustentabilidad de la vida en los territorios, entendiendo como vida a todos los organismos que componen el planeta, y como territorio al espacio que los alberga”.

Según el docente, el reto que se propone con esta visión es crear nuevas formas; por ejemplo en el caso de la ingeniería, de entender, diseñar, construir y mantener comunidades en las que los sistemas económicos y sociales (y la infraestructura que los soportan) no vayan en detrimento de la capacidad inherente de los territorios para sustentar la vida.

“Este concepto busca crear conexiones significativas con la historia natural de los territorios, la sabiduría colectiva de las comunidades que los habitan y el conocimiento de los patrones, procesos y flujos necesarios para mantener la vida en ellos”, señala.







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