jueves, 7 de octubre de 2021

Robot inteligente agiliza entrega de mercancías

 A este robot “humanizado” se le envían comandos por medio de una aplicación móvil interconectada con servicios en la nube, lo cual le permite, a través de inteligencia artificial, identificar los obstáculos en su entorno y realizar de manera autónoma las tareas que se le han programado.

A esta máquina se le pueden encomendar tareas de servicios como el movimiento seguro de mercancías a diferentes lugares de un área de trabajo, es decir que puede esquivar obstáculos y elementos e interactuar con otros robots industriales.

Su creador es el ingeniero electrónico Alejandro Serrate, estudiante de la Maestría en Ingeniería de Sistemas de la Facultad de Minas de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Medellín, quien buscó que su máquina desarrollara actividades autónomas en entornos dinámicos, específicamente en fábricas de producción, para entregar mercancías de manera segura.

“En el desempeño de mi profesión iba a las fábricas y noté que nadie conocía cómo funcionaban o se manejaban estos robots, a los que los funcionarios veían como una caja negra que nadie lograba descifrar. Esto hace que la producción de la planta carezca de efectividad y eficiencia”, explica.

Los robots autónomos incorporan nuevas funciones de inteligencia artificial y coordinación para trabajar entre ellos sin intervención humana y así lograr automatizar un buen número de tareas de logística y producción.

El proyecto que desarrolla el estudiante tiene tres funciones específicas, que él explica así:

“Se crea una aplicación web para que el sistema de robótica pueda ser operado por un técnico en la industria, es decir que no se tenga que recurrir a un experto en ingeniería para operar la máquina”.

“También se emplea una base de datos que almacena información para que el robot pueda recibir, procesar y dar respuesta a la asignación de tareas”.

“Por último se involucran herramientas de desarrollo en la nube, para que estas máquinas se puedan programar desde la misma aplicación en la nube, mediante un celular, una tablet o un computador. Esas herramientas en la nube se incorporan de manera integrada, de forma que el usuario empiece a programar y no tenga que configurar y actualizar las versiones”.

Cabe anotar que la computación en la nube ofrece capacidad informática ilimitada, memoria y almacenamiento de gran cantidad de datos con el fin de optimizar los procesos logísticos.

Acción del robot en un entorno logístico

Dada la emergencia sanitaria generada por el COVID-19, el estudiante Serrate probó el funcionamiento del robot en un entorno interior que simula una instalación industrial.

Inicialmente este se posiciona próximo al objeto que debe tomar para llevar a otro punto; es guiado a través de una cámara integrada en el entorno que le proporciona las coordenadas del  elemento a tomar mediante marcadores fiduciales, un tipo de señalización dispuesta en el área de carga y descarga, que le sirven al robot de referencia para su desplazamiento.

El robot recoge el pedido de carga y lo traslada a través del entorno, esquivando obstáculos fijos como paredes, o dinámicos, que aparecen de manera aleatoria en su ruta de navegación hasta llegar al área de descarga. Aquí se entrega la mercancía de manera segura y el robot envía la notificación de que el pedido se completó.

Mayor eficacia

El estudiante Serrate destaca además que “este sistema de robótica permite reducir tiempos en la operación logística de desplazamiento de mercancías, con una alta eficacia; hoy el proceso de robotización es imparable y cada vez más actividades realizadas por humanos serán realizadas por robots en todos los ámbitos, especialmente en los sectores de fabricación, transporte y logística”.

La llegada de la industria 4.0, o Cuarta Revolución Industrial, implica un gran reto para el funcionamiento de las organizaciones actuales que deben contar con la capacidad de demanda, diseño, producción y venta de productos en el menor tiempo posible.

La aparición de nuevas tecnologías como la robótica son algunas de las herramientas que han marcado la industria y que satisfacen estas nuevas formas de operar, pues estos robots móviles agilizan las labores logísticas de una empresa, garantizando su rendimiento y productividad.







lunes, 4 de octubre de 2021

Estudiantes de colegios aprenden cómo ahorrar, invertir y pagar deudas

 Al comprar un apartamento, ¿usarían un crédito? ¿Cuál sería la mejor tasa de interés? ¿acudirían a un banco? Estas y otras situaciones reales fueron analizadas por estudiantes de sexto y séptimo grado en sus aulas de clase, para aprender sobre educación económica y financiera.

Se trata del desarrollo de un proyecto de aula liderado por Duver Alexis Fernández Gallego, magíster en Enseñanza de las Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Medellín, quien a través de situaciones adaptadas a las realidades de los estudiantes les impartió conceptos básicos sobre deuda, ahorro e inversión.

Para adelantar la investigación, el magíster trabajó proyectos de aula con cerca de 210 estudiantes de sexto y séptimo grado del Instituto San Carlos, en Medellín. “Estos consisten en trabajar la parte teórica, conceptual y simbólica fundamentadas en trabajar situaciones problema, y cómo a partir de ellos se pueden abordar diferentes ejes temáticos e ir construyendo el concepto y una parte operativa”.

Al inicio de los talleres, a los estudiantes se les aplicó una prueba diagnóstica en la que se evidenció sus pocos conocimientos sobre educación financiera y los diferentes ejes temáticos.

Sin embargo, tras aplicar nuevamente la misma prueba, una vez terminada la intervención del investigador, los resultados mostraron que hubo un avance significativo en el aprendizaje de los conocimientos financieros, reflejado en las respuestas de los jóvenes a diferentes casos con un mejor vocabulario, mejores conclusiones a diferentes situaciones, por ejemplo ante la compra de un inmueble, la solicitud de un crédito y la mejor tasa de interés de un banco, entre otros.

“La enseñanza de las matemáticas se debe centrar más en que los estudiantes sepan cómo aplicarlas en la vida, ya que la educación financiera está inmersa en nuestra sociedad. El simple hecho de ir a una tienda y comprar algo, o ir a un centro comercial y utilizar la tarjeta crédito o débito son procesos matemáticos en los que diariamente estamos expuestos al manejo de deudas, dinero y hacer inversiones a corto, mediano y largo plazo”.

Bajo el Plan nacional de Desarrollo 2010-2014, en Colombia se establece la implementación de cátedras en educación económica y financiera (EEF) en todos los centros educativos (públicos y privados) del país, debido a que en las pruebas del Programa Internacional de Evaluación de los Alumnos (PISA) el país obtuvo muy bajos resultados en el componente de competencia financiera. Sin embargo, según el investigador, sigue siendo un tema poco abordado en las instituciones.

Ahorro, deuda e inversión

Uno de los temas principales fue el ahorro, en donde se usaron ejemplos básicos y cotidianos como ¿si los padres de familia les dan 50 pesos todos los días, cuánto tendrían en un mes? Se abordaron además las ventajas de ahorrar, los diferentes métodos de ahorro y cómo esto les sirve para lograr diferentes metas a corto, mediano y largo plazo, entre otros.

“En las actividades les pedíamos que se propusieran una meta, por ejemplo, en tres meses; luego se les consultaba cuánto tendrían que ahorrar para lograrlo, por lo que los jóvenes hacían sus procesos matemáticos y de análisis”.

En el eje temático de la deuda se les explicó en qué consiste esta, qué es una deuda con un banco, una deuda por intereses, cómo los intereses hacen que la deuda sea más o menos grande, más toda la terminología propia del tema.

“Tratamos de abordar con los jóvenes aspectos como en qué se puede realmente gastar de manera adecuada, porque una de las cosas más importantes era que los estudiantes aprendieran responsabilidad financiera”.

Frente al tema de inversión se les enseñó en qué es recomendable hacerlo, cómo se devalúan los precios (en el caso de los vehículos, por ejemplo), como sacar porcentajes, qué es una tarjeta de crédito y a qué está asociada, entre otros.

“Este trabajo se volvió transversal a todas las áreas, ya que en los grados más avanzados se tratan temas, por ejemplo, sobre cómo está cambiando el mercado en los diferentes países, el cambio de moneda, divisa, cómo nos afecta eso, el análisis de la economía del país y la inflación, entre otros”.

Y es que uno de los grandes logros de este novedoso proyecto fue que a partir de estos resultados, en la institución educativa se trabaje hoy la educación financiera desde el grado preescolar hasta 11, enfocados en la deuda, la inversión y el ahorro, profundizando más en las ciencias sociales, la economía y la política.

 






lunes, 27 de septiembre de 2021

Pesca y vecindad, afectadas por litigio Colombia-Nicaragua

 La nueva gobernanza sobre parte la reserva marina en el Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina ha afectado la vida de los habitantes de esa región del país y su interacción con sus vecinos y con el mar.

Una investigación sobre las implicaciones sociolegales de este conflicto, realizado por la antropóloga María Catalina García, de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), candidata al doctora en Geografía y Desarrollo Internacional de la Universidad de Ámsterdam (Holanda), concluye que esta cotidianidad en torno al mar ha cambiado durante el litigio y ha impactado tanto los medios de vida de las comunidades involucradas como su medioambiente.

Las consecuencias que han dejado más de dos décadas del conflicto fronterizo entre Colombia y Nicaragua se traducen en cambios en las dinámicas espaciales entre las poblaciones del territorio étnico, impactos sobre el sustento económico de los raizales por las implicaciones en la pesca artesanal, así como inconvenientes en la implementación de acciones concretas para preservar el medioambiente marino de la Reserva de la Biósfera Seaflower.

Según los estudios de la antropóloga de la UNAL –que han incluido trabajo de campo tanto en el Archipiélago colombiano como en territorio nicaragüense– la disputa y el fallo de La Haya, que establece la cesión de parte del territorio marítimo colombiano a Nicaragua, ha afectado de manera considerable las dinámicas propias de este “maritorio”.

“Hay una percepción diferente del espacio, de los derechos sobre el territorio, de la forma de movilizarse, de la interacción con el medioambiente, y esto también es cierto para las comunidades creole de Nicaragua. Hay una reconfiguración de todas esas relaciones”, asegura la investigadora.

Aumenta pesca ilegal

La antropóloga García señala que uno de los aspectos más importantes es el impacto en la actividad de pesca. Desde que la Corte Internacional otorgó soberanía sobre parte de la reserva marítima a Nicaragua, ese país ha entregado licencia para explotación pesquera industrial en esta área y ha aumentado la pesca ilegal, lo que representa un riesgo para la sostenibilidad del ecosistema y las poblaciones. En el lado colombiano esto también ha impedido acciones más efectivas para el cuidado de la Reserva Seaflower, y ha afectado a las comunidades de pescadores artesanales del Archipiélago.

Así mismo se han visto impactadas las relaciones entre los raizales que viven en ambos países, pues ahora es más complicada la comunicación donde antes había una interacción más cercana. “Lo cierto es que las fronteras han venido separando sistemáticamente a dos poblaciones tradicionalmente cercanas, por lo menos en términos jurídicos y políticos, a pesar de los esfuerzos de esas comunidades para no dejarse fragmentar”, asegura la magíster.


En 2012 la Corte de La Haya resolvió que la soberanía del Archipiélago es de Colombia debido a una serie de principios y tratados históricos. Pero esa misma resolución concluyó que una  parte importante del espacio marítimo que antes pertenecía a Colombia ahora es de Nicaragua.
Desde entonces, ambos países han presentado demandas sobre el supuesto incumplimiento de las reglas del otro.
Actualmente se adelanta una serie de audiencias para resolver el conflicto ante la Corte Internacional de Justicia. Por un lado, Nicaragua argumenta los impactos negativos que ha traído la no implementación del fallo de 2012, mientras Colombia sostiene que ese país no respeta los derechos ancestrales de pesca del pueblo étnico raizal, poniendo en riesgo la soberanía alimentaria de estas comunidades.












viernes, 24 de septiembre de 2021

UNAL lidera red internacional de excelencia para transformar la energía

 La Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Medellín se asocia con empresas y universidades de España, Australia, Estados Unidos, Canadá, Alemania, Arabia Saudí, Brasil, Francia y Argentina, para mostrar que la eficiencia de las energías renovables con base en biomasa puede ser posible en el mundo.

La Alliance for Biomass and Sustainability Research (Abisure) indaga con unas 21 universidades acerca de los beneficios de la materia orgánica (biomasa) al generar energía eléctrica, térmica, y nuevos productos a través de procesos termoquímicos.

Este equipo internacional también trabaja en el desarrollo de modelos matemáticos, de estrategias de optimización de procesos fisicoquímicos, generación de biomateriales e implementación de programas de eficiencia energética en el sector industrial, con el fin de “hallar opciones de aprovechamiento y generar productos de alto valor agregado para Colombia y el mundo”.

Así lo afirmó el profesor Farid Chejne Janna, director de esta Alianza de excelencia de la Facultad de Minas de la UNAL Sede Medellín y coordinador del grupo de investigación, Termodinámica Aplicada y Energías alternativas (Tayea), del cual surgió esta red internacional.

Este grupo, integrado por 28 estudiantes de pregrado y posgrado, tiene una trayectoria investigativa de 20 años en la gasificación y la combustión de carbón: proceso termoquímico donde se transforma el carbón, biomasa o plástico en un gas combustible, mediante una serie de reacciones que ocurren con un agente gasificante (aire, oxígeno, vapor de agua o hidrógeno).

El grupo ha estudiado además el uso del carbón activado en procesos como la refrigeración solar hasta lograr una patente en producción de hielo por medio de la refrigeración por absorción solar, usando carbón activado y metanol. También ha investigado con profundidad la pirólisis de biomasa, en la cual, por calentamiento muy rápido (más de 100 ºC/seg), se logra obtener biochar, bioaceite y gases combustibles; en esta área se lograron dos patentes: una relacionada con el reactor de pirólisis y la otra con la termobalanza de partículas grandes.

Red de Excelencia

Según el docente Chejne, esta red internacional busca trabajar en cuatro aspectos: modelamiento y optimización de procesos termoquímicos, transformación de biomasa, producción de biomateriales y aspectos relacionados con la sustentabilidad del país en un proceso de transición energética.

En este segundo aspecto, la Red busca entender procesos termoquímicos como la gasificación, la combustión, la pirólisis (descomposición química de materia orgánica por calentamiento a altas temperaturas, cerca de 550 ºC, en ausencia de oxígeno), la torrefacción (otro tipo de pirólisis pero a baja tasa de calentamiento y menores temperaturas, cerca de 300 ºC) y la producción de pellets (trozos pequeños de material acumulado capaces de generar bioenergía), entre otros.

En cuanto a la producción de biomateriales, el grupo pretende aprovechar y optimizar la producción del biochar (carbón vegetal obtenido de restos vegetales y residuos de biomasa), el cual puede ser muy útil para generar energía limpia, mitigar el cambio climático o incrementar la fertilidad del suelo de cultivos.

Por ello, desde el grupo Tayea se avanza en investigaciones de maestría y doctorado relacionadas con la producción de hidrotratamiento de bioaceite, compuesto bioamigable o precursor para gasolinas; producción de biochar y mejores condiciones para aumentar su rendimiento, además de la aplicación de este en el suelo, modelos matemáticos que permiten escalar equipos y tecnología, y, en una investigación más reciente, sobre la producción de pellets.

“En una empresa se generaban tres tipos de residuos: uno de la caldera, otro de la planta de tratamiento del agua y otro de la industria de la madera. Logramos mezclar esos materiales y tener un combustible que le funcionara a la caldera perfectamente; también hubo resultados en ahorro de dinero y solución de problemas ambientales”, señaló el docente.

Las universidades en la red

La Abisure está integrada por las Universidades de Queensland; Washington State; Duke; de Groninga; Penn State; de La Guajira; de Antioquia; Francisco de Paula Santander; Pontificia Bolivariana; de Nariño; Autónoma de Madrid; de Zaragoza (y su Instituto Universitario de Investigación en Ingeniería); de Aragón; EIA; de Dalhousie y la UNAL.

También por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, el Instituto Tecnológico de Karlsruhe; el Laboratorio de Tecnologías de Biomasa; el Centro Tecnológico Cartif y el Colegio Mayor de Antioquia.

El grupo se mantiene abierto a nuevas instituciones que se unirán a la iniciativa.

Y entre las compañías participantes están Sume+, Phina Biosoluciones, Daabon, Compañía Nacional de Chocolates, Smurfit Kappa, Argos, Cenipalma, Roic SAS y otras que se irán sumando en la marcha.

Para 2022, Abisure pretende programar su primera conferencia científica, diversas visitas a centros nacionales e internacionales y cursos especializados globales y homologables para maestrías y doctorados. También se propone publicar 5 trabajos de investigación, boletines técnicos mensuales y crear un programa de maestría internacional.






jueves, 16 de septiembre de 2021

Ventilación mitigaría contagio en el transporte público

 Los aerosoles emitidos por un estornudo sobre un tapabocas doméstico pueden tardar hasta 4,2 veces más en disiparse en un medio de transporte sin ventilación, mientras que en un vehículo ventilado, en el que además se usa correctamente el tapabocas, las gotas más grandes de saliva desaparecen rápidamente, ayudando a mitigar el contagio por COVID-19.

De igual manera, si los usuarios usan correctamente la mascarilla doméstica en el medio de transporte, se puede garantizar una distancia segura (por emisión de gotas) de 30 cm entre ellos, mientras que si usan una mascarilla N-95 no se daría esa emisión.

Así lo evidencia la investigación “Medidas de mitigación y riesgos de contagio de COVID-19 en transporte público urbano”, de Jairo José Espinosa Oviedo, profesor de la Facultad de Minas de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Medellín, y que fue socializado en el marco del Simposio UNAL COVID-19.

“Vimos que existían esas tres líneas de contagio: las superficies, las gotas grandes y los aerosoles, por lo que hicimos un trabajo donde apoyamos metodológicamente al Metro de Medellín y a la municipalidad para encontrar cuales podría ser los riesgos de las personas cuando iban en el transporte público”.

Los investigadores hicieron un levantamiento y análisis del aseo y la limpieza de la red del Metro, los vehículos y la infraestructura, el aseo rutinario de los servicios comerciales y de las estaciones y oficinas. “Esto ha sido un esfuerzo que asumió el Metro pero en el cual nosotros, desde la UNAL, ayudamos a revisar elementos de buenas prácticas que iban desde la frecuencia de la limpieza hasta calcular las probabilidades de que se dieran ciertas situaciones, o los puntos críticos donde se debería tener más cuidado”, señala el profesor Espinosa.

Con el apoyo del Metro, los investigadores lograron realizar algunos experimentos en los que veían el efecto y la protección que daban las distintas mascarillas –doméstica o N-95–, la velocidad de las partículas y el efecto de la ventilación sobre un estornudo sin mascarilla.

La mayoría usa tapabocas

Además analizaron cuántas personas usaban o no mascarillas a través de un sistema de visualización analítica que hacía reconocimiento en video de quiénes usaban tapabocas, quiénes lo hacían de forma inadecuada, y quiénes no la usaban. Se tomaron 20 videos de 20 minutos en puntos estratégicos del sistema, además de videos de referencia antes de la pandemia.

El porcentaje de personas que usaban mascarilla fue del 97 %, quienes no del 2 %, y quienes la usaban de manera incorrecta el 1 %, lo que demuestra que los usuarios de este sistema de transporte en Medellín tiene una alta aceptación en el uso correcto del tapabocas como elemento de protección y mitigación del contagio por COVID-19.

“Dentro de los experimentos que realizamos en el sistema de transporte pudimos ver qué tan rápido se disipaba una nébula que simulaba los aerosoles (en el MetroCable, tranvía y buses), para evaluar qué tan efectivo era el sistema de ventilación. Encontramos que en algunos casos el tiempo de disipación depende del movimiento del vehículo, como los buses del sistema que no cuentan con ventilación mecánica forzada”.

Puntos de desinfección, necesarios

Las validaciones a los protocolos de limpieza indican que dentro del sistema de transporte se tienen unas rutinas establecidas fijas que garantizan varias desinfecciones diarias a las instalaciones del sistema Metro de Medellín, las cuales se realizan con productos avalados y certificados, garantizando la sanitización de la infraestructura en las estaciones.

Sin embargo, más del 83 % de los usuarios del sistema de transporte aseguraron lavar sus manos antes de salir de casa, mientras que el 36 % dijeron haberlo hecho al ingresar a la estación, lo que, según el profesor Espinosa, muestra que sigue siendo necesario que el transporte público tenga la infraestructura necesaria que les permita a los usuarios desinfectar sus manos en medio de los recorridos.







martes, 7 de septiembre de 2021

El país de las aves, un documental para Colombia y el mundo

 Los primeros resultados y el lanzamiento del proyecto científico “Expediciones Bio: alas, cantos y colores” serán dados a conocer el próximo miércoles 8 de septiembre en este documental, presentado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, junto con el Instituto de Ciencias Naturales (ICN) de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) y el Instituto Alexander von Humboldt.

Las expediciones, que recorren los mismos lugares históricos que visitaron hace más de un siglo ornitólogos del Museo Americano de Historia Natural, realizan muestreos de aves para entender sus cambios en el tiempo. Las localidades visitadas están en Fusagasugá –camino real entre La Aguadita, los Robles y el Peñón–, Honda (Tolima) –en el área de bosque seco de la Hacienda El Triunfo–, San Agustín (Huila), Morelia y Florencia (Caquetá), y por último en Barbacoas (Nariño).

“Estos cinco sitios fueron muy bien estudiados hace más de un siglo por los ornitólogos americanos, y ahora volvemos para realizar un estudio completo de las aves, con una metodología moderna y datos de alta calidad que nos permiten inferir los cambios que se han dado en la avifauna: cuáles especies se han extinguido y cuáles son nuevas para el territorio, y así determinar los impactos de la deforestación y de los cambios del clima en la rica avifauna colombiana”.

Así lo explica el profesor Andrés Cuervo, director de la Colección de Ornitología del ICN y coordinador científico de las expediciones, quien menciona que los cambios hallados en los lugares que ya se han recorrido son grandes.

Agrega que “a principios del siglo XX varios de estos sitios tenían bosques continuos, casi intactos, con poblaciones humanas muy pequeñas, atravesados por caminos reales con raíces en la Colombia prehispánica; hoy todo es diferente, por eso el estudio también busca mostrar los cambios genéticos en las poblaciones de aves, cambios invisibles en su biología”.

Trabajo con las comunidades

“Las expediciones tienen además un fuerte componente social, liderado por el Instituto Alexander von Humboldt, ya que se trabaja directamente con las comunidades, y con biólogos y ambientalistas que habitan estas regiones, con lo cual se propicia un fuerte intercambio de conocimientos de aves, territorios, y de la historia misma de la región”, detalla el docente de la UNAL.

Con el proyecto también se espera potenciar estos sitios para actividades como el turismo de naturaleza, y fortalecer la Colección de Ornitología del ICN.

En el proyecto participan los profesores Daniel Cadena, de la Universidad de los Andes; Felipe Estela, de la Universidad Javeriana de Cali, institución a la cual también perteneció Gustavo Kattan, otro de los investigadores, recientemente fallecido; y un equipo del Instituto Alexander von Humboldt, del cual forman parte Juliana Soto, Nelsy Niño, Camila Gómez, Jessica Díaz, Andrés Sierra y Natalia Ocampo, entre otros.

Así mismo, el proyecto cuenta con el acompañamiento del Museo Americano de Historia Natural, con sus ornitólogos Brian Smith y Glenn Seeholzer, este último actual becario Fulbright en la UNAL. Además colaboran la Universidad de Cornell, egresados del programa de Biología, y un sinnúmero de ornitólogos de las regiones.

Según recuerda el curador de ornitología del ICN, hasta el momento se han visitado cuatro de los cinco sitios de la expedición financiada por Minciencias, en los cuales se ha recopilado todo tipo de información y datos que luego serán analizados para establecer los cambios en las poblaciones de aves a lo largo del último siglo. Precisamente en el último de estos recorridos el equipo científico estuvo acompañado por periodistas de The New York Times, para la publicación de un amplio reportaje sobre este importante trabajo.

El documental de 15 minutos que se empezará a difundir este miércoles desde Minciencias, recoge la historia del proyecto, la participación de ornitólogos extranjeros y detalla por qué Colombia es líder mundial en diversidad de aves.

Ver el reel del documental en: https://www.youtube.com/watch?v=e8uTLWKd9so&ab_channel=InstitutoHumboldt






viernes, 27 de agosto de 2021

Poder político influiría en toma de decisiones que afectan el ambiente

 Las personas que tienen un mayor poder político, y en particular aquellas que tienen una mejor posición económica, tendrían una tendencia más marcada a elevar las cuotas de extracción de bienes públicos –recursos mineros e hídricos, entre otros– a la hora de tomar decisiones socioambientales en una comunidad, pese al deterioro ambiental que estas ocasionen.

Así lo evidencia un experimento económico realizado por Daniel Niño Eslava, magíster en Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), el cual pretendía analizar de qué manera las personas toman decisiones sobre cómo gestionar un recurso, teniendo en cuenta la desigualdad económica y política.

Con este ejercicio se dio a conocer cómo se comporta la gente en contextos de desigualdad cuando tienen que tomar decisiones ambientales, con el fin de tener una idea más clara de lo que se debe hacer para que las instituciones públicas funcionen correctamente y se mejoren sus resultados.

“Tomamos como referencia algunos antecedentes para mirar cómo las personas tomaban decisiones sobre cómo gestionar un recurso, por lo que intentamos replicarlo en esta prueba piloto, teniendo como novedad la desigualdad política y económica en el grupo de estudio. En este caso, la desigualdad económica tenía que ver con las dotaciones que poseía cada persona y cómo las usaba para afectar o no el medioambiente”, explica el magíster.

Experimento piloto

El estudio consistió en una prueba piloto que contó con la participación de 39 personas, por medio de la cual se encontró que la desigualdad política sí tiene un efecto en los resultados ambientales, sobre todo cuando el poder lo tienen los más ricos o los más pobres.

Los participantes debían tomar decisiones sobre cuánto extraer de un bien público y debían escoger de manera colectiva una cuota máxima de extracción.

“Normalmente esas actividades experimentales se realizan en un laboratorio, pero en nuestro caso decidimos hacerlo de forma virtual organizando a las personas en grupos de tres. A cada una de ellas se le dio una dotación de cantidades particulares y distintas entre sí de determinado bien público –una mina de oro o un yacimiento petrolero, por ejemplo– y se les preguntaba qué parte de esa dotación querían invertir para un proyecto muy rentable a nivel individual, pero que generaba costos o consecuencias a nivel colectivo; la otra opción era la de invertir en un proyecto con poca ganancia individual, pero que no afectaría a nadie”.

Según el magíster, con esa actividad se capturaba el conflicto de intereses entre el individuo y lo colectivo, que terminaba siendo el fondo del conflicto al momento de tomar decisiones ambientales.

En un segundo estudio los participantes debían ponerse de acuerdo en instaurar una cuota máxima de lo que se podía invertir en ese proyecto que implicaba costos grupales. “Ahí teníamos varios escenarios: uno de ellos era que, al momento de elegir el tope máximo de inversión, todos tendrían la oportunidad de votar equitativamente; en otro, la persona más rica del grupo o quien tenía la dotación más alta tenía un mayor valor en la votación y se hacía lo que él o ella dijera. Y en el tercer escenario, se le daba el poder político a quien tuviera la dotación intermedia o la de menor cantidad”.

En este caso, quien tuviera el poder político tenía la capacidad de influir en la política ambiental, a través de la cuota máxima de extracción pudiendo darse desde una elección más democrática, o particular, dependiendo de la cantidad de recurso que tuviera el líder político.

El investigador advierte que como este tipo de experimentos económicos suelen ser incentivados por dinero real, para que las personas sientan que tienen pérdidas y ganancias tangibles, recomienda que esta investigación pueda ser ampliada a más individuos, en la que se pueda explorar, por ejemplo, qué tiene que ver la percepción del mérito para que cambie ese comportamiento