viernes, 20 de junio de 2025

Cerámica, polen y huesos de hace más de 2.000 años fueron hallados en los Montes de María

 Más de 3.000 fragmentos de cerámica decorada, restos de alimentos, semillas, polen y huesos de animales encontrados en tres antiguos asentamientos de los Montes de María (Sucre) revelan que desde el siglo III a. C. comunidades humanas ya habitaban esta región del Caribe colombiano. Estos grupos no eran completamente sedentarios: se desplazaban entre colinas y planicies según la temporada del año, en una estrategia para aprovechar mejor el agua, los alimentos y los recursos del entorno.

La investigación, desarrollada desde el Doctorado en Antropología de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), evidenció que las comunidades prehispánicas que habitaron esta región del Caribe colombiano entre los siglos III a. C. y I d. C. no eran completamente sedentarias, como se creía. Por el contrario, se trasladaban de forma organizada entre distintos paisajes para adaptarse a los cambios estacionales y aprovechar la diversidad de recursos naturales.

El trabajo arqueológico se desarrolló durante 6 años en la cuenca media del arroyo Mancomoján, en el sector oriental de los Montes de María, entre los departamentos de Sucre y Bolívar. Las excavaciones se concentraron en los corregimientos de San Rafael, Flor del Monte, Canutal y Canutalito, todos del municipio de Ovejas. El primer paso fue un reconocimiento del terreno en busca de señales visibles de antiguos asentamientos humanos.

En los sitios seleccionados, el doctor en Antropología Javier Gutiérrez Olano, autor del estudio, realizó excavaciones que en algunos casos alcanzaron casi 3 m de profundidad. Su objetivo era encontrar antiguos basureros domésticos que permitieran reconstruir la vida cotidiana de estas comunidades a partir de sus objetos y restos materiales. En total se excavaron tres unidades domésticas —es decir antiguos espacios de vida familiar— ubicadas en distintos sectores del territorio.

La historia bajo tierra

Con el apoyo de científicos del Instituto de Ciencias Naturales (ICN) de la UNAL, se analizaron semillas, polen y fitolitos (pequeños cuerpos silíceos que dejan las plantas antiguas) para identificar las especies vegetales que consumían estas comunidades. A partir de macrorrestos faunísticos –como vértebras de pescado, fragmentos óseos y una gran cantidad de moluscos terrestres–, el investigador evidenció que estos animales también formaban parte importante de su dieta.

El análisis de las muestras en laboratorio permitió identificar restos de alimentos cultivados como maíz, yuca y arrurruz o sagú, así como semillas carbonizadas de palma de vino (Attalea butyracea) –una especie que ya no existe en la zona– y otras plantas silvestres.

Uno de los principales hallazgos fue la cerámica decorada. El antropólogo recuperó en total más de 3.000 fragmentos con al menos 23 combinaciones técnicas de decoración, que incluyen incisiones, modelados, pintura positiva y negativa, y motivos en colores rojo y crema.

“Estas piezas no solo servían como recipientes domésticos, sino también como elementos de cohesión cultural y expresión simbólica”, explica el experto.

La distribución y complejidad de las cerámicas varió entre los sitios excavados, lo que sugiere que los habitantes usaban distintos espacios según la estación del año, y que cada lugar cumplía una función específica dentro de su dinámica de vida.

“La presencia de capas arqueológicas, o niveles de tierra diferenciadas, indica que los asentamientos se usaban intermitentemente, con retornos periódicos entre ambos paisajes que coinciden con los cambios estacionales”, amplía.

El descubrimiento muestra que las comunidades no dependían exclusivamente de la agricultura, sino que combinaban el cultivo con la recolección y la caza, una estrategia de subsistencia diversificada que respondía a la oferta estacional de alimentos.

“Los hallazgos permiten entender que estas comunidades no eran simples grupos agroalfareros móviles, sino sociedades organizadas que habían desarrollado una forma de vida flexible y resiliente, capaz de adaptarse a un entorno altamente variable”, concluye el doctor en Antropología.

Este trabajo arqueológico contribuye a reconstruir una historia más profunda y rica de los Montes de María, una región que en las últimas décadas ha sido fuertemente golpeada por el conflicto armado colombiano. Sin embargo, sus raíces les ofrecen a las comunidades actuales una conexión con un legado cultural que trasciende los episodios más recientes de la historia, un pasado milenario de personas creativas y organizadas que se adaptaron a su entorno.






lunes, 9 de junio de 2025

UNAL se consolida como la universidad más atractiva para trabajar en Colombia

 La Universidad Nacional de Colombia (UNAL) ascendió al puesto 13 entre las 200 empresas más atractivas para trabajar en Colombia según el Ranking Merco Talento 2025. Con un puntaje de 7.385 puntos sobre 10.000 posibles, la UNAL no solo mejoró su posición en cuatro lugares respecto al año anterior, sino que además retomó el liderazgo en el sector de la educación superior.

En esta edición, 13 universidades fueron nominadas por los diferentes públicos encuestados, pero la UNAL fue la que ocupó el lugar más alto en el listado general. Desde 2010, cuando ingresó al monitor en el puesto 61, la Universidad ha mantenido una trayectoria ascendente en reputación como empleador. Entre 2014 y 2021 ocupó consecutivamente el primer lugar entre las universidades, evolución que demuestra no solo consistencia sino también el impacto de las estrategias institucionales en bienestar y gestión del talento.

El Ranking Merco Talento se elabora con base en 74.851 encuestas aplicadas a 13 grupos de interés, incluidos trabajadores del sector, empleados de otras empresas, buscadores de empleo, estudiantes universitarios, egresados, expertos en gestión del talento, sindicatos y catedráticos, entre otros. Mediante esta metodología se evalúan 15 variables agrupadas en tres dimensiones: calidad laboral, marca empleadora y reputación interna.

Entre los aspectos mejor valorados se encuentran la percepción positiva del ambiente laboral, el equilibrio entre la vida personal y el trabajo, la posibilidad de desarrollo profesional, el reconocimiento institucional y el orgullo de pertenencia a la Universidad.Además,una de las variables incluidas en esta edición fue la percepción de “felicidad” de los empleados, medida con preguntas como: ¿Te sientes feliz en tu trabajo? ¿Tu labor es reconocida? ¿Cuentas con un buen ambiente de trabajo? 

Estos resultados reflejan no solo un reconocimiento externo sino también el efecto de estrategias internas que promueven el bienestar. Entre los factores que explican este posicionamiento se destacan las buenas prácticas en conciliación laboral, las opciones de trabajo remoto y los avances en estabilidad y estructura organizacional.

El reconocimiento coincide con los esfuerzos institucionales recientes por revisar y fortalecer la carrera docente y administrativa, mejorar las condiciones de bienestar y garantizar una cultura organizacional alineada con los valores públicos.


El informe elaborado por la Dirección Nacional de Planeación y Estadística de la Institución advierte que la percepción reputacional está fuertemente influida por la información que circula en medios y redes sociales. La comunicación institucional y la reputación digital hoy son determinantes en la forma como estudiantes, familias, egresados y empleadores valoran a la Universidad. En este sentido, mantener coherencia entre lo que se hace y lo que se comunica es fundamental para sostener y proyectar una imagen favorable.

Con este ascenso en el RankingMerco Talento 2025, la UNAL reafirma su compromiso con la construcción de un entorno laboral digno, ético y sostenible, que reconoce a sus trabajadores como parte esencial de su misión educativa, investigativa y cultural.






miércoles, 4 de junio de 2025

UNAL Sede Palmira aumenta cobertura y fortalece su proyecto académico

 Con nuevos programas académicos en camino, un modelo alimentario que conecta sostenibilidad y aprendizaje práctico, y alianzas regionales que impulsan la transformación tecnológica, la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Palmira muestra cómo se ha fortalecido su compromiso territorial en el último año, en sintonía con la visión institucional liderada por la actual Rectoría de la Institución.

La Sede Palmira ya cuenta con 150 estudiantes matriculados en el programa de Medicina Veterinaria, y en 2026 proyecta abrir dos nuevas carreras de pregrado: Farmacia e Ingeniería Mecatrónica. Esta ampliación académica es la más ambiciosa desde la creación de la Facultad de Ingeniería y Administración, hace 25 años.

“Uno de los principales avances es la consolidación del pregrado en Medicina Veterinaria. Ya recibimos tres cohortes, y están en marcha los estudios técnicos para la construcción del Hospital Veterinario, que estará al servicio no solo de la academia, sino que también atenderá al municipio y a la región”, señala la profesora Luz Stella Cadavid, vicerrectora de la Sede.

Gracias al trabajo articulado de los grupos gestores y al apoyo de las Sedes Bogotá y de La Paz, la Sede Palmira ya formuló los Proyectos Educativos de Programa en Farmacia e Ingeniería Mecatrónica. En agosto estos se enviarán al Ministerio de Educación Nacional para la solicitar los respectivos códigos del Sistema Nacional de Información de la Educación Superior (SNIES).

“Hasta la fecha hemos ofrecido Medicina Veterinaria en convenio con la Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia de la Sede Bogotá. Ahora queremos tener nuestro propio código SNIES, y en ese sentido, desde la Facultad de Ciencias Agropecuarias ya se están adelantando todas las gestiones necesarias”, agrega la vicerrectora.

El nuevo programa en Farmacia fortalecerá la cadena de valor en los servicios de salud, farmacología y producción de medicamentos, con énfasis en productos naturales y nutraceútica que conectan con las potencialidades del Pacífico. Por su parte, la carrera de Ingeniería Mecatrónica integrará saberes en automatización, robótica y electrónica, áreas fundamentales para la transformación productiva regional y la transición hacia una economía basada en la innovación tecnológica.

Alimentación y sostenibilidad: un modelo en expansión

Durante el último año, el Centro de Producción de Alimentos de la Sede Palmira pasó de atender a 382 estudiantes a beneficiar a casi 1.000 con almuerzos subsidiados, bajo un modelo de administración directa.


Este crecimiento se articula con el Programa de Gestión Alimentaria, núcleo de un proyecto de economía circular que ya muestra avances significativos. En el Centro Experimental de la UNAL Sede Palmira (CEUNP) se inició la siembra programada de hortalizas para garantizar una producción continua y sostenible, mientras que la Granja Mario González Aranda se prepara para establecer un sistema constante de producción de huevos, y a futuro de proteína animal.

Para cerrar el ciclo, en el campus principal ya se implementó un sistema de compostaje, liderado por 50 estudiantes de asignaturas como Residuos sólidos, Estrategias educativas ambientales, Ciudad y medio ambiente, y Cambio climático y agrodiversidad.

“Así fortalecemos las prácticas sostenibles y el aprendizaje práctico y producimos el compost que nutrirá nuestras huertas y el Centro Experimental”, comenta la profesora Cadavid.

COP16, hito ambiental para la Sede Palmira

En 2024 la Sede Palmira tuvo un papel destacado durante la XVI Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica de las Naciones Unidas (COP16), celebrada en Cali.


Como anfitriona de la UNAL y Zona Verde oficial, la Sede recibió cerca de 3.000 visitantes en su campus, 5.000 en el estand de la Universidad en Cali y 342 personas en la Reserva Natural Bosque de Yotoco. La agenda académica incluyó 106 conferencias con 143 ponentes nacionales e internacionales, además de lanzamientos editoriales, entre ellos la colección viva del Arboretum Eugenio Escobar Manrique.

Exhibiciones científicas como la del documental Cocodrilos del Orinoco, el Museo de Suelos y el Museo Entomológico, junto con muestras culturales y educativas, consolidaron el posicionamiento de la Sede como referente nacional en sostenibilidad, biodiversidad y compromiso ambiental desde una perspectiva académica y territorial.

El bien común se construye en el campus

Recientemente el Consejo de la UNAL Sede de Palmira aprobó su Plan de Acción, alineado con el Plan Global de Desarrollo de la Institución. Esta hoja de ruta para el trienio 2025-2027 prioriza iniciativas orientadas a fortalecer la convivencia, la resolución pacífica de conflictos y la equidad de género.

“Desde la Vicerrectoría de Sede se han liderado múltiples espacios de diálogo con estudiantes, docentes, personal administrativo, sindicatos y contratistas. Estamos avanzando con el Programa de Promotores de Convivencia, que les ofrece apoyos económicos a los estudiantes más vulnerables, y en la construcción colectiva de un modelo que regule y fomente los emprendimientos estudiantiles dentro del campus”, explica la profesora Cadavid.

Desde la Dirección de Investigación y Extensión se presentará una convocatoria específica para mujeres en la ciencia y el arte. A su vez, dependencias como Bienestar Universitario y Veeduría Disciplinaria, entre otras, destinarán recursos y esfuerzos a procesos de sensibilización sobre temas de género dirigidos a toda la comunidad universitaria.

Palmira fortalece su liderazgo regional

Con un enfoque estratégico, inclusivo y transformador, la Sede Palmira avanza en el fortalecimiento del relacionamiento interinstitucional. “Hemos estado liderando la formalización de la Red de Universidades de Palmira (Rupal), que vemos como una oportunidad para integrar la academia, la investigación y la proyección social hacia el municipio y la región”, destaca la vicerrectora Cadavid.

La Sede también participa activamente en redes como la Corporación para la Integración y el Desarrollo de la Educación Superior en el Suroccidente Colombiano (Cidesco), la Red Colombiana para la Internacionalización (RCI), y la Red de Universidades para la Innovación en el Valle del Cauca (Rupiv), las cuales promueven el conocimiento, la innovación y la internacionalización en el suroccidente colombiano. Además ha desarrollado un trabajo articulado con las Alcaldías de Palmira, Candelaria y Pradera, abriendo espacios de diálogo para formular iniciativas de desarrollo territorial con impacto en la comunidad estudiantil.

Como resultado de estas alianzas, y en conjunto con el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, se están ofreciendo cursos gratuitos en inteligencia artificial y análisis de datos para jóvenes de Palmira y municipios vecinos, a través del programa Talento Tech. Por su parte, la Alcaldía de Palmira iniciará próximamente la construcción de una alameda que mejorará la movilidad frente al campus universitario.

A 90 años de su fundación, la UNAL Sede Palmira mantiene viva su vocación formadora y su vínculo con los territorios, proyectando un legado que sigue creciendo con cada nueva generación.





 





jueves, 29 de mayo de 2025

Energía más justa en Colombia con tarifas horarias y competencia

 Con embalses en niveles críticos, tarifas en alza y aumento de la demanda, Colombia enfrenta otra crisis energética. Ante este panorama, un ingeniero propone un nuevo modelo tarifario que permitiría pagar menos según la hora de consumo, elegir el proveedor y anticiparse a las alzas, como ya ocurre en países como Brasil o Chile.

La iniciativa surgió tras el debate nacional que pretendía entregarle al Gobierno la potestad de fijar directamente las tarifas eléctricas, una propuesta que aunque no prosperó sí evidenció las debilidades del modelo actual. “Ese fue el punto de partida para preguntarme si hay formas más justas y sostenibles de hacerlo”, señala el ingeniero electricista Juan Sebastián Belalcázar Silva, magíster en Sistemas Energéticos de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Medellín.

Su investigación identifica que el modelo tarifario actual, vigente desde 2007, ha generado desequilibrios que afectan con mayor fuerza a los usuarios regulados, quienes no pueden negociar su tarifa, especialmente en zonas como la Costa Caribe, donde el costo del kilovatio supera con creces el promedio nacional.

“En varias ciudades las tarifas han subido por encima del salario mínimo y el usuario no tiene margen de acción: solo recibe y paga”, señala el magíster.

El estudio se desarrolló en 4 fases: (i) diagnostico de la estructura tarifaria colombiana a partir de series estadísticas (2011-2023), documentos normativos y análisis del comportamiento del mercado, (ii) caracterización de los modelos internacionales de Brasil, Chile, Noruega y California (EE. UU.), con base en variables como tipo de tarifa, señales de precio, estructura del mercado y gestión del consumo, (iii) evaluación del impacto que tendría implementar medidas similares en Colombia, y (iv) propuesta de un modelo adaptado al contexto nacional, con elementos técnicos y sociales que permitan su aplicación gradual.

¿Qué pasa en Colombia y cómo funcionan los modelos internacionales?

El sistema eléctrico colombiano es mixto: aunque existe regulación estatal, la generación, distribución y comercialización está mayoritariamente en manos privadas. Las tarifas dependen de múltiples variables financieras, geográficas y climáticas, y se fijan a partir de fórmulas complejas que el usuario no puede controlar. Esto ha generado desigualdad tarifaria en varias regiones y una creciente percepción de injusticia.


En contraste, el modelo noruego es mayoritariamente estatal, con una alta participación de energía hidroeléctrica (más del 90 %) y libertad del usuario para elegir al proveedor. En Brasil, aunque hay actores privados, el Estado juega un rol central y se aplican banderas tarifarias que reflejan la situación del sistema y promueven el ahorro. Chile introdujo un sistema de señales de precio con colores para informar si es conveniente o no consumir energía en determinados momentos. En California (EE. UU.) las tarifas varían según la hora del día, lo que incentiva el uso  eficiente de la energía, y el mercado les permite a los usuarios elegir entre distintas compañías comercializadoras.

Medidas propuestas

Entre las propuestas destaca la tarifa horaria, que permitiría pagar menos por consumir energía en horas valle (por ejemplo de la medianoche a las 8:00 a. m.) y más durante picos de demanda (de 6:00 a 10:00 p. m.), estrategia usada en California y Brasil que busca incentivar el ahorro y el consumo responsable.

En detalle, la propuesta sugiere tres rangos horarios: (i) tarifa valle, de 12:00 a. m. a 8:00 a. m., (ii) tarifa llana, entre 8:00 a. m. y 6:00 p. m., y de 10:00 p. m. a la medianoche, y (iii) tarifa pico, de 6:00 a 10:00 p. m. Además los fines de semana se podrían clasificar como tarifa valle, lo que daría aún más herramientas para el ahorro.

El magíster Belalcázar señala que “Colombia ya cuenta con la infraestructura técnica –como la curva de carga de XM– para implementarla, pero falta voluntad institucional y pedagogía al usuario”.

También plantea un sistema de banderas tarifarias, similar al brasileño, que alertaría sobre condiciones de escasez energética (como sequías en embalses) y les informaría anticipadamente a los usuarios sobre posibles aumentos o disminuciones en el precio. “Esto genera transparencia: si hay una sequía el usuario entenderá por qué sube la tarifa, y se podrá preparar”, explica.

Una tercera medida es la liberalización parcial del mercado minorista, que les permitiría a los usuarios regulados elegir entre distintos proveedores según sus necesidades, como ocurre en el Reino Unido. “Allá hay planes fijos, prepago, con tarifas horarias o por niveles de consumo, como en la telefonía móvil. La competencia hace que el usuario gane”, afirma.

Un modelo con enfoque territorial y ciudadano

“En Colombia el único rol del usuario es pagar el recibo. Muy poca gente entiende qué está pagando y cómo puede cambiar su consumo. Necesitamos darles herramientas reales”, sostiene.

Además del componente técnico, la propuesta reconoce la necesidad de territorializar la política energética y fomentar una cultura ciudadana sobre el uso eficiente de la energía. El modelo busca que el usuario pase de ser un receptor pasivo de tarifas a un agente activo que comprende, compara y decide.

“El principal obstáculo no es técnico: es político y cultural. Las empresas se pueden adaptar, pero si no formamos al usuario de nada servirá tener tarifas horarias o competencia”, concluye el investigador Belalcázar.

Su propuesta aporta insumos valiosos al debate nacional sobre transición energética y justicia tarifaria, en un momento crucial para el país.









sábado, 26 de abril de 2025

Inaugurado estand de la UNAL en la FilBo 2025

 Leopoldo Múnera Ruiz, rector de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), inauguró hoy el estand de la Universidad en la Feria Internacional del Libro de Bogotá (FilBo) 2025, espacio que reunirá cerca de 90 novedades editoriales, invitados, expertos, científicos y ciudadanos, en eventos como conferencias, talleres y conversatorios con una gran variedad de temas. El primero de ellos fue sobre la importancia de que la ciencia se acerque a la literatura, en un esfuerzo por hacer de la investigación todo un ejercicio divulgativo.

“Es una alegría estar aquí hoy, en uno de los espacios más importantes para las artes, las culturas y los saberes, y en el que la UNAL presenta una producción que combina la escritura, los sentidos, la experiencia vital y la ciencia, con historias vividas y narradas, y el reencuentro con el libro vivo”.

“En este lugar se fusiona lo dicho y lo vivido en el lenguaje de la existencia, que se traduce en lo simbólico sin perder lo sensible y lo racional. Aquí se enmarca lo importante del trabajo conjunto entre pensamiento y cuerpo, en el que la UNAL escribe nuevas historias y modos de ver la realidad”, señaló el rector Múnera durante la inauguración.

En esta edición de la FilBo el estand de la Universidad pone a disposición de los visitantes alrededor de 5.000 ejemplares entre los que se destacan obras como la Colección Orlando Fals Borda, que recopila los principales textos de este sociólogo colombiano, incluyendo una serie de textos e historietas inéditas que el profesor realizó durante sus vivencias en comunidades rurales de Cundinamarca y el Caribe.

“El trabajo de unas 230 personas en un importante número de presentaciones, conversatorios y talleres es una muestra de la relevancia de este evento, en el que la UNAL también espera aportar a los problemas actuales del mundo, con una programación que ojalá continúe gestando un hábito o modo de asociarse con la simbiosis creativa”, afirmó el Rector de la UNAL.


Ciencia y literatura al servicio del conocimiento

“El camino de la investigación a la divulgación” fue el primer conversatorio en el estand de la UNAL, con la participación de la profesora Andrea Salgado, del Departamento de Literatura de la UNAL, tallerista de la iniciativa “Ser Texto”, y Juan Camilo González, director de la Editorial de la Universidad de los Andes.


El moderador del espacio fue el profesor Francisco Montaña, director de la Editorial UNAL, quien inició la discusión en torno a las formas en que circulan los libros universitarios y académicos, preguntándose cómo se divulga el conocimiento hoy en las universidades y cómo se interpretan los temas científicos para elaborar libros que lleguen a un público más amplio.


Para el proyecto liderado por la experta Salgado se hizo una convocatoria invitando a los profesores de la UNAL a producir textos no convencionales cuyo eje era establecer una base para que la escritura transmita el conocimiento científico a la sociedad en general, combinando el rigor de la academia con las narrativas.

“La idea es ampliar la exploración de lenguajes, construir un puente para acercarnos a partir de la publicación de producciones diferentes para que las investigaciones no se queden estáticas. En ese proceso nos hemos encontrado con temas tan interesantes y relevantes para el mundo actual como la importancia de los insectos en los ecosistemas, el impacto del cambio climático en nuestras vidas, y los procesos urbanísticos y arquitectónicos, con preguntas como ¿qué pasa si desaparecen los cucarrones?”, indica la profesora Salgado.

El profesor Montaña aseguró que la idea es transformar aquello que se torna técnico y complejo en las publicaciones científicas para que dejen de ser de difícil acceso. Nuevamente se preguntó por las formas más sencillas de acercar la ciencia a la literatura.

En este punto el director de Ediciones Uniandes indicó que “aunque para este proceso no existe un manual, lo que sí he evidenciado es que hay un interés creciente de los profesores por llegar a públicos más amplios; cada vez quieren salirse más de sus papers y artículos para generar un mayor impacto social y económico con sus publicaciones, en las que lo único importante no sea la cienciometría ni lo premios Nobel, sino la actividad diaria de las personas de todo el país”.

“También hay una apuesta fuerte por hacer libros sustentables, pues los expertos se cuestionan el porqué de publicar algo que no se lee, y si es prudente circular y compartir ciertos temas que no formen parte del mundo real, medible y cotidiano, bajando la jerga académica de los textos y haciendo lo difícil más fácil de entender”.

Señala como ejemplo Sapiens. De animales a dioses: Una breve historia de la humanidad, del historiador Yuval Noah Harari –doctor en Historia de la Universidad de Oxford–, uno de los libros más vendidos entre 2015 y 2020 que demuestra que la gente quiere saber de ciencia, que le cuenten las historias que ya se investigan.

Por último, la profesora Salgado recalcó lo importante del relato, del ejercicio de entender las ciencias con ese punto de partida, recordando que la ciencia es absolutamente humana, una forma de espiritualidad que nos ha acompañado desde nuestros orígenes para entender aquello que nombramos y denominamos como mundo: “el lenguaje de la ciencia es una convención de lo que está a nuestro alrededor”.

Así se inauguró el estand de la UNAL en la FilBo 2025, que tendrá actividades todos los días, como un espacio en el que los visitantes podrán viajar por los más diversos temas de cada una de las Facultades de la Universidad, en un recorrido que pasa por la vida de autores tan importantes como Orlando Fals Borda o Julio Garavito Armero, y por investigaciones tan interesantes e intrigantes como la novela gráfica Memento mori, producto de la combinación de saberes del Departamento de Antropología y la Facultad de Artes.










 





















lunes, 7 de abril de 2025

UNAL Sede Palmira incrementa cobertura de su programa de alimentación

 La construcción de su propio Centro de Producción de Alimentos y la administración directa de estos recursos le permitieron a la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Palmira aumentar en un 51 % la cobertura del apoyo alimentario, beneficiando así a cerca de 700 estudiantes de pregrado cada semestre.

El programa de alimentación funciona desde 2012, después de gestionar los recursos por exoneración del impuesto predial, aprobado mediante convenio con la Alcaldía de Palmira. En ese momento los recursos disponibles le permitían a la Sede beneficiar a cerca de 382 estudiantes cada semestre.

Con la construcción y dotación del Centro de Producción de Alimentos, finalizada en 2024, por valor de 2.100 millones de pesos, la UNAL Sede Palmira contará con instalaciones adecuadas para ofrecer sin intermediarios el servicio de alimentación a los estudiantes más vulnerables.

“Nuestro Centro de Producción de Alimentos cumple con los requerimientos administrativos, higiénicos, sanitarios, nutricionales y de servicio requeridos por ley; además, el modelo de administración directa nos ha permitido maximizar el uso de recursos, ampliar la cobertura y ofrecer el servicio de alimentación desde el primer día del inicio del semestre”, comenta Pamela Rojas, funcionaria de Bienestar Universitario de la UNAL Sede Palmira.

El profesor Germán Rueda Saa, director de Bienestar Universitario, considera que “este es un proyecto ganador que se articula con las apuestas de la Rectoría de la Institución; es muy positivo para la Sede, que se ha fortalecido en el tiempo. Aquí se aplica la economía de escala y reducción de costos para apoyar al mayor número posible de estudiantes vulnerables”.

Los beneficiarios del apoyo alimentario se seleccionan a través del “Instrumento de valoración socioeconómica” dispuesto en el Sistema de Información de Bienestar Universitario (SIBU), utilizando el puntaje básico de matrícula (PBM), que determina el nivel de vulnerabilidad socioeconómica de cada estudiante, siendo 1 el más bajo.

Hacia el futuro

Aunque en la UNAL la gestión alimentaria es estratégica, en la Sede Palmira lo es aún más, ya que cerca del 40 % de sus estudiantes llegan de regiones como Cauca, Nariño y Putumayo, marcadas por el conflicto.

Actualmente el Centro de Producción de Alimentos beneficia a estudiantes con PBM de 5, lo que indica que es necesario seguir ampliando la cobertura hasta llegar a los jóvenes con PBM de 11, rango hasta donde se considera un estudiante vulnerable.

“La buena noticia es que el Nivel Nacional nos aprobó un aumento de cobertura de 315 nuevos beneficiarios del Programa de Gestión Alimentaria, lo que significa que llegaremos a más de 1.000 jóvenes apoyados, pero necesitamos más; la idea a futuro es llegar a unos 2.000 beneficiarios, teniendo en cuenta la capacidad instalada y de producción”, afirma el profesor Rueda.

En ese sentido, la UNAL Sede Palmira será el piloto del proyecto de economía circular, de la mano con el proceso de producción directa. “La Dirección Nacional de Bienestar Universitario gestionó recursos ante la Rectoría por 100 millones de pesos para apalancar el proyecto, que serán ejecutados por la Facultad de Ciencias Agropecuarias y la Dirección de Bienestar Universitario de la Sede. Aquí buscamos producir algunas materias primas para el Programa de Gestión Alimentaria”, puntualiza el académico.

Para este proyecto, que se espera empiece a dar sus frutos rápidamente, se utilizarán el Centro Experimental (CEUNP) para producir hortalizas y verduras, y la Granja Mario González Aranda para huevos y proteína animal.





jueves, 13 de marzo de 2025

UNAL iniciará Proceso Constituyente Universitario

 El Consejo Superior Universitario (CSU) de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), con un resultado de 6 votos a favor y 1 en contra por parte del representante profesoral, Diego Torres, aprobó el inicio del proceso que busca democratizar el gobierno y la vida universitaria.

El Proceso Constituyente girará alrededor de la discusión de 5 ejes fundamentales: la composición, funciones y características de los cuerpos colegiados; la designación y elección de autoridades académicas; las formas y mecanismos de participación democrática; el fortalecimiento de la cultura política democrática, y el reconocimiento y fortalecimiento de las organizaciones de la comunidad universitaria.

“Este proceso está enmarcado en el Plan Global de Desarrollo 2025-2027, en el eje de autonomía. Estamos muy contentos con el inicio de este proceso, es un gran logro, y aun más que haya sido aquí, en la Sede Palmira, gracias a la propuesta de descentralizar el CSU”, comentó la profesora María Fernanda Lara, secretaria General de la UNAL.

El proceso inició con la aprobación del Acuerdo y la creación de la Comisión Preparatoria, integrada por 3 miembros del CSU, quienes dialogarán con todos los estamentos, y en mayo le presentarán al máximo cuerpo colegiado de la UNAL una propuesta para la composición, organización y puesta en funcionamiento de la Mesa Constituyente Universitaria, responsable de liderar y coordinar el proceso de deliberación.

“La Mesa Constituyente Universitaria partirá de un documento base y se conformará teniendo en cuenta criterios como la equidad de género y enfoques diferenciales y poblacionales. Será un espacio de deliberación y diálogo con pluralidad de actores con el fin de construir colectivamente las propuestas a presentar ante el CSU”, planteó durante su exposición el profesor Leopoldo Múnera Ruiz, rector de la Institución.

¿Cómo funcionará la Mesa Constituyente Universitaria?

El CSU busca que la Mesa esté conformada por docentes, personal administrativo de las Facultades de todas las Sedes, Institutos y Centros de Sede, Vicerrectorías de Sede, Vicerrectoría General y Rectoría.

También participará la comunidad egresada y pensionada, los docentes ocasionales, las Decanaturas de las Facultades de las Sedes Andinas, las Direcciones de Sedes de Presencia Nacional, de Institutos y Centros, los representantes de sindicatos, profesorales, estudiantiles y del personal administrativo ante los cuerpos colegiados.

El Acuerdo propone espacios de deliberación en cuerpos colegiados, claustros y colegiaturas, la colegiatura nacional y espacios participativos autónomos, además de un proceso constante de difusión de los avances a toda la comunidad universitaria.

Superada la fase de deliberación, la Mesa Nacional Constituyente presentará los consensos y disensos ante del CSU. “Es fundamental que este cuerpo colegiado asuma como propio del Proceso Constituyente Universitario, que lo pueda regular y orientar, porque el CSU tomará las decisiones finales sobre la reforma de la comunidad y de la Institución”, puntualizó el rector Múnera.

“Esperamos unas reformas importantes de todos los cuerpos de gobierno de la Universidad, tanto del Nivel Nacional, como de Sedes, Facultades, Departamentos e Institutos para resolver el déficit de participación”, comentó el profesor Víctor Moncayo, exrector de la UNAL y representante de los exrectores ante el Consejo.

Para Laura Quevedo y Ana María Manrique, representantes estudiantiles, “este es un logro más de la comunidad estudiantil, somos los estudiantes quienes hemos moderado este escenario desde las movilizaciones estudiantiles que históricamente han exigido la democratización de la vida universitaria”, puntualizaron.

Ricardo Moreno Patiño, viceministro de Educación Superior, planteó que “buscamos que la UNAL siga definiendo su futuro, participando y creciendo de la mano de todos sus estamentos y de toda la sociedad”.

Para finalizar, cuando la Mesa Constituyente Universitaria exponga sus resultados será el CSU quien tramite las reformas estatutarias y legislativas, de ser el caso, necesarias para concretar el Proceso Constituyente Universitario.






martes, 25 de febrero de 2025

“Estetoscopio” para edificios detecta posibles fallas internas mediante vibraciones

 Como un instrumento médico, surge una metodología que permite detectar si un edificio cumple con los parámetros estructurales definidos en su diseño, o si, por el contrario, presenta alteraciones que podrían afectar su estabilidad. Los acelerómetros de alta precisión registran movimientos imperceptibles causados por el viento, el tráfico o pequeños sismos, y con modelos matemáticos avanzados se determina si la estructura mantiene su estabilidad o si presenta fallas que podrían comprometer la seguridad de las personas.

Aunque los edificios son estructuras aparentemente rígidas, vibran constantemente, aunque tales movimientos no siempre son perceptibles. Por ejemplo, el viento genera ondas que hacen que las estructuras se balanceen como las palmeras se mecen suavemente con la brisa.

Para monitorear dichas vibraciones, el Reglamento Colombiano de Construcción Sismo Resistente (NSR-10) establece la obligatoriedad de realizar monitoreos estructurales, pero no especifica el procedimiento mediante el cual se deben transformar las mediciones en periodos de vibración, lo que deja un vacío en la metodología a seguir.

“Pese a que la norma establece las reglas de juego bajo las cuales los diseñadores estructurales tenemos que proyectar edificaciones sismorresistentes, no estipula una guía para hacerlo”, advierte el ingeniero Eduardo Gómez Guerrero, magíster en Ingeniería - Estructuras de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL).

De ahí surgió su interés para brindar una “receta”, como él la llama, que les permita a estos profesionales conocer paso a paso el procedimiento a seguir con los resultados que les arrojen instrumentos como los acelerómetros.

En esto consiste

Para monitorear las estructuras existen metodologías como los ensayos destructivos, que aunque permiten obtener información detallada sobre el estado estructural de un edificio, requieren intervenciones invasivas que pueden comprometer la integridad de la edificación y generar costos elevados.

Por eso, la metodología en la que enfatiza su estudio se basa en el monitoreo de vibraciones ambientales por medio de acelerómetros, dispositivos que actúan como sensores para verificar si la construcción se comporta tal como se predijo en su diseño, una alternativa no invasiva que además proporciona datos útiles sin afectar la estructura.

El proceso consiste en instalar acelerómetros en distintos puntos de la estructura para captar las vibraciones causadas por el entorno. Estos dispositivos registran cientos de mediciones por segundo generando grandes volúmenes de datos, que luego se analizan mediante un software especializado. Si se detectan desviaciones, estos sensores pueden alertar sobre posibles fallas estructurales.

Para ello se utiliza la transformada rápida de Fourier (FFT), un modelo matemático empleado en procesamiento de señales, y los datos obtenidos se convierten en valores de frecuencia y periodo de vibración. Luego, estos resultados se comparan con los valores teóricos estimados en la etapa del diseño.

“Si ambos coinciden, se confirma que la estructura está en buen estado; una diferencia significativa indicaría problemas como fisuras, grietas, fallas en los materiales o asentamientos inesperados”, explica el ingeniero.

El investigador probó la eficacia de esta metodología aplicándola al Edificio de Aulas de Ciencias Gloria Amparo Galeano Garcés, del campus de la UNAL Sede Bogotá. “Elegimos este edificio debido a su diseño poco convencional. Tiene 3 pisos y se construyó con cilindros de concreto en vez de las típicas vigas y columnas. Además, no tiene muros divisorios ni otros elementos no estructurales que puedan alterar las mediciones”, agrega.

Para ello se instalaron acelerómetros en 9 puntos de la construcción, distribuidos a lo largo de los 3 pisos, y en cada ubicación se recopilaron datos durante 15 minutos, generando 1 millón de registros por sesión. Esto se debe a que el dispositivo toma 500 lecturas por segundo, registrando las aceleraciones en metros por segundo cuadrado (m/s2), lo que permite detectar variaciones rápidas en las vibraciones, similares a los que experimentaría un automóvil ante cambios abruptos en la aceleración.

Los datos de las mediciones se pasaron al modelo matemático y así se corroboró que la metodología es efectiva. Los valores obtenidos en las mediciones experimentales coincidieron con los valores teóricos calculados en el diseño estructural.

“Esto nos demuestra que el procedimiento experimental puede validar la estabilidad de un edificio y detectar posibles desviaciones. Además, nos permite determinar cuando este no tiene los mismos comportamientos estructurales que se asumieron al diseñarlo, como por ejemplo si quedó mal construido o si los materiales utilizados no fueron los adecuados”.

El ingeniero considera que esta metodología abre la posibilidad de desarrollar un sistema de monitoreo permanente, similar a un chequeo médico, para detectar a tiempo signos de deterioro en las edificaciones antes de que se conviertan en un riesgo para la seguridad de las personas. Además, indica que se podría integrar en los planes de mantenimiento preventivo de edificaciones, específicamente en territorios de alta actividad sísmica como Nariño, Cauca, Huila, Valle del Cauca y Chocó.