miércoles, 3 de abril de 2024

Según el paisaje es la forma de los escarabajos de la Serranía del Perijá

 Por ejemplo, en los bosques bien conservados se encuentran escarabajos con patas más largas y alas con formas más estrechas; si están en cultivos más altos sus alas son más alargadas, mientras que la longitud de las patas traseras o posteriores depende de qué tanto tapan los árboles el “techo” del bosque (cobertura del dosel), de la forma de los parches y de la distancia entre ellos.

Así lo evidencio la magíster en Ciencias Sandy Paola García Atencia, estudiante del Doctorado en Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Bogotá, quien adelantó su trabajo en los municipios de la Jagua de Ibirico –corregimiento La Vereda de San Isidro y sus veredas Alto de Las Flores, Zumbador y Nueva Granada– y Becerril –corregimiento de Estados Unidos y sus veredas Manantial, La Unión y Alto del Tucuy–, paisajes agroforestales de la Serranía del Perijá en Cesar.

Según la candidata a doctora, “estos resultados muestran que la estructura del paisaje juega un papel importante en el mantenimiento de diferentes dimensiones de la diversidad. Por lo tanto, garantizar un arreglo espacial que asegure la composición y la conectividad favorecerá la persistencia de comunidades con especies vinculadas a varias funciones ecosistémicas”.

Sobre la importancia de los escarabajos, menciona que “aunque muchos de ellos son conocidos como ‘plagas agrícolas’, el concepto de ‘plaga’ se restringe a las áreas muy homogéneas o parejas –en las cuales los organismos pueden proliferar sin control alguno–, pero en áreas heterogéneas, o más estructuradas, tienen funciones clave, por ejemplo en el estado larval remueven el suelo, lo airean y oxigenan para acondicionarlo y que otros organismos tipo plantas se establezcan allí”.

Otros se desarrollan en la madera en descomposición, por lo que contribuyen a desintegrar materia orgánica en los ecosistemas, mineralizando los suelos y aportando nutrientes para que en los hábitats se dé este flujo.

También están los controladores biológicos, que se alimentan del follaje de las plantas y pueden ayudar a estimularlo para que estas produzcan más. Otros escarabajos están asociados con la polinización.

Para su trabajo demarcó cuatro ventanas o polígonos de 2 x 2 km, es decir 4 km2, aproximadamente, y en cada uno ubicó ecosistemas de bosques, de regeneración y ecosistemas con cultivos de café, especialmente, que son los de mayor oferta en la zona de estudio.

También realizó muestreos en cada una de esas coberturas de bosque, de sistemas de cultivo y áreas de regeneración. Utilizó trampas de luz ultravioleta y trampas de cebo (frutas); en cada uno de los lugares dispuso un número igual de unidades de muestreo y recolectó los escarabajos.


Así, en la parte alta encontró especies como el escarabajo rinoceronte (Golofa), llamativo por sus cuernos; el escarabajo de la vid, del género Pelidnota, de color amarillo opaco o rojo-castaño, con  tres manchas negras a lo largo de cada costado. De estos se hallaron específicamente tres especies: P. glaberrima, P. polita y otra que todavía tratan de identificar.

“Lo interesante es que en las partes más bajas registramos escarabajos representativos de los bosques secos; en la parte más alta encontramos unos escarabajos con distribuciones para los Andes colombianos y otros con distribución poco conocida, que saldrán en la revista Ecological Entomology, donde seguramente vamos a aportar esa información como nuevos registros de distribución”, recalca.

El trabajo contó con la asesoría de la profesora María Argenis Bonilla Gómez, líder del grupo de investigación Biología de Organismos Tropicales (Biotun), y fue codirigido por Claudia Moreno Ortega, experta en análisis de la diversidad.






jueves, 22 de febrero de 2024

Reducir oxígeno y carbón aumentaría eficiencia energética de paneles solares y celulares

 Después de crear las láminas microscópicamente delgadas para conducir energía –corriente o luz–, las cuales suelen utilizarse en paneles solares y en dispositivos láser y electrónicos como el celular, se presentó un 23 % de impurezas por alta presencia de oxígeno y 19 % de carbón, datos que sirven para determinar que su rendimiento energético es bajo.

En los paneles solares la ineficiencia energética hace referencia a sus limitantes para alcanzar un rendimiento óptimo en la conversión de la luz solar en electricidad; aunque esto depende de factores como la sombra de un árbol o la antigüedad del dispositivo, también se relaciona con la composición química con la que se creó la lámina conductora de energía.

Para comparar los factores químicos que influyen en esta deficiencia, a partir de indio, galio y nitrógeno, el ingeniero físico Andrey Alessandro Rodríguez Ospina elaboró láminas con espesores imperceptibles al ojo humano (20 micrómetros, más finos que el filo de una hoja de papel) y con una dimensión de apenas 1 cm de ancho y largo, trabajo que adelantó en el Laboratorio de Nanoestructuras Semiconductoras de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Manizales.

El indio –un metal poco abundante– es crucial en la fabricación de láminas debido a su baja fusión y maleabilidad; no suele encontrarse en forma pura en la naturaleza y a menudo se extrae como subproducto del zinc.

Por su parte el galio, presente especialmente como un subproducto de la extracción de aluminio, mejora las propiedades eléctricas por su bajo punto de fusión.

Y el nitrógeno, al formar compuestos, puede fortalecer las láminas proporcionando resistencia y estabilidad en diversas aplicaciones. Comercialmente se obtiene a través de procesos como la destilación fraccionada del aire.

Este trabajo se encuentra en la línea de investigación del profesor Álvaro Pulzara Mora, del Departamento de Física y Química de la UNAL Sede Manizales, quien, como integrante del grupo de investigación Magnetismo y Materiales Avanzados, ha realizado valiosos aportes al desarrollo de nuevas técnicas para elaborar materiales semiconductores dirigidos a distintos dispositivos tecnológicos.

Alta tecnología

Las láminas se crearon mediante pulverización catódica con un magnetrón sputtering, equipo que contiene un blanco de los elementos como indio, galio y nitrógeno (cátodos). En esta cámara de vacío se introduce gas argón para generar un plasma. Así, los iones resultantes colisionan con el blanco liberando átomos del material objetivo. Estos se depositan en un sustrato, como la lámina de cobre, formando una película delgada con propiedades específicas.


Se utilizó la técnica magnetrón sputtering con un sustrato de silicio y dos blancos hechos de indio y nitruro de galio, con una pureza del 99,9 %. “Los materiales se depositaron en una atmósfera de argón a baja presión de 5,5 × 10-2 Torr (unidad de presión) y la temperatura de las muestras se controló a 300 y 400 °C; una primera muestra con 10 escáneres en 1 minuto y 55 segundos, y otra con 20 escáneres de 3 minutos 40 segundos”, amplía el ingeniero físico. El escáner hace referencia al número de veces que se repasó para analizarlos.

“Es importante usar el argón (gas incoloro, inodoro e insípido), ya que el tamaño de su átomo es óptimo para generar la separación de las partículas, y además no contamina la muestra. El proceso puede tardar entre 30 minutos o más de dos horas, según el tamaño de la muestra”, explica el ingeniero.

En otra fase del estudio, y para entender la composición química de la superficie del material, en el Laboratorio del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinestav) en México, se utilizó el método por espectroscopia de fotoelectrones por rayos X (XPS), que permite ver los átomos en la superficie de un material al analizar la energía de los electrones expulsados cuando es bombardeado con rayos X.

El análisis de la muestra reveló la presencia de enlaces de indio con oxígeno, e indio y nitrógeno, y de galio con nitrógeno. Además, se observaron similitudes en la composición superficial y en los enlaces químicos entre las muestras a 300 y 400 °C, destacando la estabilidad general.

Sin embargo, se identificaron diferencias notables como el aumento del enlace nitrógeno-indio a temperaturas más elevadas. También se evidenció la importancia de considerar la temperatura en la formación de enlaces de carbono, en especial en presencia de silicio como sustrato.

“En la caracterización se determinó la presencia de más del 23 % de oxígeno y más del 19 % de carbón, que no es poco, considerados como impurezas que limitan la eficiencia de energía”. Pese a ello, no es posible eliminarlas del todo, ya que, “por más potente que sea el magnetrón, lo que se puede hacer es dejar las moléculas en su mínima expresión, máximo a un 5 o 10 %, pero no podrán desaparecer por completo”, explica el ingeniero.

Anota además que incluso para todo el proceso de elaboración, primero es necesario vaciar o liberar toda la carga de los elementos dentro del magnetrón entre 2 y 5 días para prepararlo. “Si se lograra reducir esas impurezas, por ejemplo la eficiencia de un panel solar pasaría del estándar, que es entre un 28 y 30 % de uso de energía del 100 % que recibe, a un 50 %”.

El estudio es muy importante ya que proporciona información sobre la composición de los materiales empleados en la producción industrial de semiconductores, utilizados cada vez más en nuestra cotidianidad.

 




 


lunes, 19 de febrero de 2024

Algoritmos de IA encontrarían partículas en el universo con mayor precisión

 El Big Bang, explosión que dio origen al universo, liberó una cantidad de energía tan grande, que hasta hoy los científicos siguen buscando qué otras partículas se originaron allí y cómo interactúan con las que conocemos ahora. Físicos de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) implementaron dos algoritmos de inteligencia artificial (IA) con una precisión hasta ocho veces mayor para predecir el momento en que se estarían creando nuevas partículas, lo cual ayudaría a entender mejor el bosón de Higgs, uno de los descubrimientos más importantes en este campo en los últimos años.

El bosón de Higgs fue propuesto en la década de 1960 por el físico teórico Peter Higgs y sus colaboradores, y en 2012 se confirmó su existencia de manera experimental, gracias al Gran Colisionador de Hadrones (LHC), uno de los instrumentos más potentes para identificar nuevas partículas y sus interacciones, 27 kilómetros de un anillo circular que atraviesa Suiza y Francia.

También es llamado como “partícula de la masa”, pues se encarga de que las demás partículas subatómicas tengan masa; es algo así como imaginar un gran campo invisible en el que entran y salen con cambios en su estructura base, un hallazgo que en su momento revolucionó lo que se sabía sobre estas transformaciones de energía y que demuestra la importancia de los experimentos que se llevan a cabo en el LHC para entender las fuerzas y dinámicas que rigen el universo.

En el Gran Colisionador se aceleran protones (partículas con carga positiva) a velocidades cercanas a la de la luz, y luego se hacen colisionar con energías extremadamente altas, que ni si quiera logramos llegar a concebir; estos choques son los que dan lugar a nuevas partículas y recrean las condiciones que pueden haber existido después del Big Bang. Alrededor de este lugar hay detectores que registran, analizan y predicen los eventos que ocurren allí.

El grupo de partículas FENYX-UN quiso potenciar la capacidad de los algoritmos utilizados hoy en los detectores de partículas, y para ello se valieron del “plano de Lund”, un concepto que, en palabras más sencillas, es un mapa que ayuda a dilucidar cómo las partículas comparten energía y se comportan en torno a los cambios de algunas como el bosón de Higgs.

Para la investigación, Rafael Andrei Vinasco Soler, magíster en Física de la UNAL, utilizó diversos programas de IA en los que se simularon las condiciones de lo que ocurre en el LHC para tener un panorama general de las interacciones existentes y sus propiedades; esto se construyó con datos proporcionados por la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN).

Al tener las condiciones decidieron poner a prueba dos algoritmos de IA para predecir si en el bosón de Higgs, y el bosón W (importante en la interacción de partículas subatómicas y procesos de altas energías), hay una mayor probabilidad de que realmente se estén creando partículas durante el experimento.

Aquí hay un concepto clave para entender lo que se encontró, y es el de “decaimiento nuclear”, que hace referencia a los cambios de energía que se presentan en los átomos y que pueden dar lugar a nuevos hallazgos; todo ocurre de manera muy rápida, y por eso los detectores necesitan nuevos algoritmos que potencien la predicción de estos eventos.

El investigador Vinasco explica que “se encontró que el desempeño del algoritmo podría ser hasta 8 veces mejor que el de los que se utilizan hoy, lo cual ayudaría a realizar mejores medidas sobre el bosón de Higgs y los decaimientos nucleares”.

“Hoy existen teorías muy ambiciosas en la física de partículas, y potenciar el LHC con la IA ayudaría a comprobarlas, ya que, con solo hallar una partícula ligada a cambios específicas de la materia, se podría cambiar el espectro de lo que conocemos sobre el universo, al igual que pasó con el bosón de Higgs”, indica el magíster en Física.

Aunque con la tecnología actual no se pueden aumentar las energías de los experimentos para encontrar fácilmente partículas nuevas, sí existe una gran oportunidad para mejorar el análisis de los datos obtenidos en los experimentos usando IA, “permitiéndonos potenciar los resultados actuales sin tener que construir nuevos experimentos, estas herramientas podrían hacer que el futuro de la física moderna vaya a pasos que nunca imaginamos”.

En esta investigación también participó el profesor Carlos Eduardo Sandoval Usme, del Departamento de Física, quien vinculó al magíster Vinasco al megaproyecto internacional ATLAS, con miles de expertos de todo el mundo que aportan al entendimiento y desarrollo de la física de partículas en el Gran Colisionador de Hadrones.






jueves, 15 de febrero de 2024

Fibras de fique aumentan la resistencia de muros en las construcciones

 El fique, también conocido como cabuya, es una planta nativa de Colombia apreciada por sus fuertes fibras. Desde tiempos ancestrales se ha utilizado en la elaboración de artesanías, empaques y diversos productos industriales. Un uso reciente es como refuerzo para muros de mampostería, en los que aumenta su resistencia entre 22 y 39 % frente a los muros sin refuerzo.

Entre las principales fallas que pueden sufrir los elementos de mampostería en caso de un sismo están el “deslizamiento por cortante” y la “tracción diagonal”, que se manifiestan con grietas, desprendimientos, volcamiento y deformaciones estructurales, entre otros daños. Por eso es indispensable aplicar el Reglamento Colombiano de Construcción Sismo Resistente NSR-10, para que las obras sean seguras ante eventos sísmicos, y allí se especifica el reforzamiento estructural.

Ante la necesidad de tener alternativas más sostenibles y económicas para reforzar los muros de mampostería, la investigación de Heidi Stefanía Prieto Piñeros, magíster en Ingeniería - Estructuras de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), propone aplicar la técnica Textile Reinforced Mortar (TRM), una interesante opción que consiste en usar textiles de alta resistencia sobre la superficie del muro, los cuales se impregnan con mortero para crear una capa de refuerzo. En este caso se puso a prueba el tejido de fique.

Tradicionalmente los muros de mampostería se refuerzan con malla electrosoldada (compuesta de varillas de acero) y se anclan con ganchos a los muros de mampostería para generar un reforzamiento externo. El problema es que esta técnica representa altos costos en materiales, además de impacto ambiental por la cantidad de energía requerida para fabricarla.

Los resultados de las pruebas realizadas con el fique mostraron un aumento notable en la resistencia a esfuerzos de corte, con incrementos entre el 22 y 39 % según las características de la fibra y si se aplicaba en una o ambas caras del muro. En este caso la malla ligera demostró mayor adherencia al mortero que la malla densa.

Pruebas para llevar el fique a la construcción

Para estudiar el fique en estas aplicaciones primero se debe realizar un “tratamiento” para eliminar impurezas que pueden interferir con la adherencia entre la fibra y el mortero, y así también mejorar su durabilidad. Entre los métodos investigados se eligió uno con hidróxido de sodio, al que luego se le practicaron pruebas para determinar la concentración óptima en un tiempo de tratamiento de 30 minutos.

Pero como el interés final era evaluar la resistencia a corte de muros de mampostería reforzados con fique, se construyeron muretes de mampostería utilizando materiales caracterizados como cemento, arena, bloques de mampostería y las fibras naturales tratadas, entre otros.

Con el fin de conocer la calidad de los materiales y comparar los resultados obtenidos con otras investigaciones, se realizaron pruebas de caracterización para los materiales que conforman el murete de mampostería y el reforzamiento”, señala la magíster.

Se ensayaron 16 muros, algunos sin refuerzo, otros reforzados con malla ligera por una cara, otros con malla densa por una cara y malla ligera en ambas caras. A estos se les realizaron pruebas de resistencia a esfuerzos de corte mediante tracción diagonal, aplicando carga de compresión a lo largo de una de las diagonales, carga que se fue aumentando hasta provocar un daño en el elemento.

Luego se comparó el desempeño de los diferentes tipos de muros y se evaluó el impacto del refuerzo con fibras naturales. Uno de los puntos clave observados fue la capacidad de mantener la integridad estructural de los muros reforzados, incluso bajo cargas máximas. Mientras que los muros sin refuerzo tuvieron fallas frágiles, los reforzados con el fique mostraron una mayor resistencia a corte y estabilidad.

“El fique sería una alternativa sostenible y efectiva en el campo de la construcción. Con estos estudios es posible encontrar más alternativas naturales para usarlas en obras, pero también es necesario estudiar el comportamiento de los elementos reforzados ante diferentes tipos de solicitaciones, particularmente evaluar su comportamiento ante fallas que se puedan presentar fuera del plano”, concluye la magíster Prieto.

 










martes, 23 de enero de 2024

Planta forrajera más resistente al ácaro rojo, clave para la seguridad alimentaria del mundo

 Como parte del mejoramiento que por años se ha hecho a la planta forrajera Urochloa -que tiene un alto aporte nutricional para el ganado y la capacidad para retener carbono-, el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), estudia su resistencia y respuesta a la infestación del ácaro rojo (Tetranychus urticae), plaga que se reportó por primera vez en África oriental, donde se adelantó parte del proyecto.

En un contexto en el que la agricultura sostenible, la seguridad alimentaria y la adaptación al cambio climático son una prioridad, la tesis de Paula Andrea Espitia Buitrago, estudiante de la maestría en Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), Sede Palmira, e Investigadora asociada del Programa de Mejoramiento de Forrajes Tropicales en la Alianza Bioversity-CIAT, cobra relevancia mundial, ya que está centrada en la resistencia al ácaro rojo en híbridos de Urochloa desarrollados en el país, pero con un mercado creciente en África.

Según informa la investigadora, la Urochloa, conocida anteriormente como Brachiaria spp. en el sector ganadero, ha experimentado mejoras en Latinoamérica en los últimos años, un interés reciente que ha surgido por su función en sistemas pastoriles, en los que destaca su calidad nutricional para el ganado y la producción de leche; así como por su capacidad para secuestrar carbono y actuar como inhibidor de la nitrificación de los suelos, cumpliendo un rol clave en la mitigación del cambio climático.

Sin embargo, el auge de estos híbridos -resultantes del cruce de tres especies de Urochloa- en el mercado africano, especialmente en Kenia, uno de los países de mayor adopción en África, ha revelado nuevos desafíos, siendo el ácaro rojo la principal limitante en la producción forrajera. Por esta razón, la investigación se orientó hacia el desarrollo de una metodología para identificar genotipos resistentes a este arácnido.

“Lo primero es identificar in situ (Kenia) los genotipos del Banco de Germoplasma resistentes de Urochloa, y luego traer esos materiales para cruzarlos aquí en Colombia”, asegura la investigadora.

Añade que, “con las proyecciones hechas por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, respecto a que se va a duplicar, triplicar, o incluso, cuadruplicar la demanda por proteína animal -no sólo de carnes, sino también de leche-; el programa de mejoramiento entra a evaluar en las accesiones del banco de germoplasma del CIAT (con más de 5.000 de Urochloa), si hay alguno que sea resistente al ácaro rojo”.

Trabajo de campo

Con el envío previo de las semillas para el experimento un año antes -durante el primer semestre de 2022-, , la tesista viajó a Kenia y se unió al equipo de investigadores de CIAT e Icipe, para tomar algunas muestras en campo de esta plaga en los pastos, para luego iniciar una colonia e identificar el género con el uso de medios tradicionales de montaje.

Gracias a la experiencia previa en mejoramiento de la Alianza Bioversity-CIAT  (más de 30 años en el control del salivazo, principal plaga de Latinoamérica), la investigadora adaptó la metodología a la identificación de resistencia.

“Esto se realizó mediante ensayos de no escogencia en invernadero, que consistieron en someter 26 genotipos de Urochloa, en unidades experimentales de un solo tallo, directamente a la infestación de ácaros rojos, sin darles la opción de salir y encapsulándolos dentro de una jaula de acetato para que se alimentaran de la planta durante los 14 días que dura su ciclo de vida de huevo a adulto”, explica la estudiante de maestría en Ciencias Agrarias.

Al final, las plantas menos dañadas y con menos presencia de ácaros fueron elegidas y clasificadas como las más resistentes; además, se encontróó que el ácaro rojo del género Oligonycus, presenta un notoria capacidad reproductiva, debido a su corto ciclo de vida, lo cual afecta rápidamente a las plantas forrajeras en las que se hospeda, al cabo de ese tiempo, observaron 500 ácaros de 30 hembras iniciales, evidenciando la agresividad de la plaga, provocando pérdidas económicas significativas.

La investigadora utilizó Inteligencia Artificial (IA) con métodos avanzados de análisis de datos para cuantificar de manera precisa los daños causados por la plaga. Para ello, desarrolló un algoritmo en RStudio, lenguaje de programación de código abierto y libre acceso que le permitió etiquetar y analizar las imágenes RGB capturadas durante los ensayos.

Este enfoque, que utiliza machine learning, facilitó la identificación automatizada del daño en las plantas, superando las limitaciones de los métodos convencionales. En este momento el grupo de trabajo desarrolla otro algoritmo con IA para evaluar el daño en campo.

Respecto a los 26 genotipos evaluados, la investigadora indica que hubo una variabilidad en su respuesta: “podemos tener un cultivo de Urochloa con gran adopción en el oriente africano que se llama Piatá, con un 30 % de daño, frente a accesiones del Banco de Germoplasma que tienen 80 %, en ese rango está más o menos la variabilidad”.

Por último, para profundizar en el estudio del ácaro rojo, buscará realizar la identificación molecular, lo que brindará información clave sobre su biología y comportamiento, y contribuirá a tener estrategias de manejo más efectivas.

“Con el crecimiento significativo de los híbridos de Urochloa en África oriental, los resultados de esta investigación, se espera que en un futuro los resultados de esta investigación no solo beneficien los agricultores en Kenia, sino que también influyan en la seguridad alimentaria y en la sostenibilidad de la agricultura a nivel global”, afirma.








martes, 5 de diciembre de 2023

Así mejoraría la comercialización de alimentos de la Ciénaga de Zapatosa

 Para mejorar los procesos de comercialización de los productores de la ciénaga de Zapatosa, ubicada entre Cesar y Magdalena, se crearon 6 infografías, 5 cartillas y 2 pódcasts (audios) relacionados con temas de pesca y ganadería, el empaque y embalaje de aguacate Hass, naranja Valencia, café, cacao y yuca, además de guías de los procesos tanto de exportación como de elaboración de una cadena de suministro y certificación de buenas prácticas manufactureras.

La economía de los municipios que conforman la ciénaga gira en torno a la pesca, la agricultura, la ganadería, el comercio y los servicios. Según el censo de 2018, las actividades de comercio y servicios concentran cerca del 80 % de las unidades económicas de los cinco municipios de la ecorregión de Zapatosa. Por su parte, las actividades ganaderas y pesqueras ejercen gran presión sobre el ecosistema de humedales de la depresión Momposina.

La iniciativa de Oriana Rojas y Michel Martínez, estudiantes de Gestión Cultural y Comunicativa de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede de La Paz, se presenta en un lenguaje sencillo y con muchas gráficas y ejemplos, teniendo en cuenta que la mayor parte de la población beneficiaria tiene una escolaridad de primaria.

Estas estrategias se basan en las recomendaciones de la norma técnica colombiana exigida en los establecimientos de la industria gastronómica para garantizar la inocuidad de los alimentos durante la recepción de materia prima, el procesamiento, almacenamiento, transporte, la comercialización y el servicio.

La idea, que se da en el marco de Ecorza (proyecto de regalías de investigación para el desarrollo, la transferencia de tecnología, el conocimiento y la innovación), nace luego de varias salidas de campo en los municipios que conforman la ciénaga: Chimichagua, Tamalameque, Chiriguaná y Curumaní, en Cesar, y El Banco, en Magdalena, en donde se identificó una deficiencia en la comercialización de los alimentos y en la apropiación del uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones.

“Muchas veces los productores de esta zona del país pierden sus cosechas por un transporte inadecuado. Por ejemplo, en el corregimiento de Mandinguilla, jurisdicción de Chimichagua, se puede producir la mejor naranja, pero si la transportan mal y llega en pésimo estado a Bogotá, desperdician su producido”, explica la estudiante Rojas.

El objetivo de la estrategia es mejorar las prácticas de logística para productores, transportadores y receptores de carga en el territorio, y también buscar buenas prácticas logísticas y de transferencia de conocimiento relacionado con los aspectos normativos y de logística en los negocios o actividades agrícolas que se realizan en el territorio.


“Aunque los productores aplican la logística diariamente, la mayoría no son conscientes de que así se llama lo que ellos hacen, o cuáles son los detalles de la norma técnica que garantiza la calidad  de sus productos y que lleguen al cliente en buen estado, lo que los haría más competitivos en el mercado”, comenta la joven investigadora.

Para contrarrestar esta problemática, ella y su compañera Michel generaron pódcasts para los amantes de la radio o para las personas con discapacidad visual completa o parcial, además de cartillas con gráficos coloridos en las que explican de una manera dinámica cómo se realiza una cadena de valor y cuál es el manejo óptimo en la logística, con un lenguaje fácil de comprender –y no del típico ingeniero– para que lo pueda entender un joven o un adulto mayor.

También elaboraron infografías con una especie de código QR (códigos de barras capaces de almacenar determinado tipo de información) para que se pueda leer con el celular, ya que el proyecto contempla instalar a futuro unas antenas de internet en el territorio.

“Para el pódcast es necesario un celular con acceso a internet; sin embargo, cuando fuimos a las comunidades les obsequiamos memorias USB con toda la información digital a las personas que tienen computador, para que la descarguen, la compartan y también puedan acceder a ella”, detalla la estudiante Martínez.

Según las futuras gestoras culturales y comunicativas, la mayoría de los habitantes de las localidades que colindan con la ciénaga de Zapatosa tienen celulares smartphone, y bajan hasta los pueblos o se trasladan a los colegios para acceder a conexión wifi.

La ciénaga es el humedal continental más grande de agua dulce, su extensión es de entre 30.000 y 40.000 hectáreas en verano y de 70.000 hectáreas en invierno. Además de funcionar como amortiguador de las crecientes del río Magdalena, alberga una importante biodiversidad, con cerca de 500 plantas vasculares, 45 especies de peces y 30 de mamíferos; así mismo, es el hogar de una gran cantidad de aves nativas y migratorias que llegan de Canadá y de otras partes del mundo a reproducirse y a alimentarse.






miércoles, 25 de octubre de 2023

Forjando un futuro sostenible en la industria del cacao en Colombia •

 Chocoguayabal y CSA Colombia fueron los emprendimientos ganadores que recibirán cada uno 15,000 dólares, además de acceso a redes y apoyo posterior a la aceleración para escalar sus innovaciones. •

El enfoque innovador de los ganadores y su dedicación a la sostenibilidad son ejemplos inspiradores para la industria del cacao en Colombia. Palmira, 25 de octubre de 2023. Con gran satisfacción anunciamos a los ganadores del Desafío para la Innovación Sostenible del Cacao, un evento que ha marcado un hito en la industria del cacao sostenible en Colombia.

El Desafío para la Innovación Sostenible del Cacao se lanzó en agosto de 2023 con el propósito de brindar conocimientos y oportunidades a emprendedores comprometidos con la preservación de bosques y la promoción de la paz en la industria del cacao.

La respuesta fue abrumadora, con la recepción de 89 candidaturas, todas impulsadas por el firme compromiso con la inclusión de géneros y jóvenes. Los dos ganadores se destacaron por su solidez en el modelo de negocio, su compromiso y su potencial para marcar una diferencia real en la industria del cacao sostenible.

 Ellos son: Chocoguayabal, empresa vallecaucana conformada por campesinos que producen chocolate de mesa, y CSA Colombia, Comunidades que sustentan la agricultura, con sede en Medellín. “Este premio significa la posibilidad de seguir cocreando con comunidades que sustentan la agricultura a nivel nacional.

La experiencia fu un reto de crecimiento y aprendizaje constante: conocer otros proyectos y mirar cómo podíamos conectarnos. Hay que participar en estos procesos, hay que creerse el cuento que lo que estamos haciendo tiene un valor y que es muy importante que las otras personas lo conozcan”, dijo Andrea Cano, representante de la Red CSA. “Ganar este premio es una oportunidad para crecer nuestro negocio y mejorar las condiciones de vida de los campesinos que nos colaboran en el crecimiento de nuestra empresa. Este tipo de retos permiten tener herramientas de crecimiento, escalar los negocios y las relaciones con otras iniciativas a nivel nacional e internacional”, dijo por su parte, María Nidia Sánchez de Chocoguayabal, empresa del municipio de Riofrío, en el Valle del Cauca.

El enfoque innovador de los ganadores y su dedicación a la sostenibilidad son ejemplos inspiradores para la industria.

Cada uno de ellos recibirá 15,000 dólares, además de acceso a redes y apoyo posterior a la aceleración para escalar sus innovaciones. Juan Carlos Revelo, coordinador de Negocios Verdes del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, señaló que: “Desde el Ministerio nuestro propósito es lograr que todos los emprendimientos tengan un impacto social y ambiental positivo. Este tipo de estrategias genera que todos los emprendimientos puedan escalar en sus procesos, no solo a nivel productivo, sino también a nivel comercial, de estrategias, de marketing, de producción. Es un gran impulso para el sector”. Por su parte, Augusto Castro, científico sénior y líder del grupo de investigación sobre sistemas alimentarios bajos en emisiones de la Alianza de Bioversity International y el CIAT y líder del Proyecto IKI-SLUS en Colombia, "La cantidad de  solicitudes que recibimos demuestra la urgencia de apoyar a quienes buscan revolucionar la industria del cacao de manera sostenible.

Estamos emocionados por el potencial que hemos visto en los emprendedores de Colombia y por el impacto que pueden tener en la conservación de bosques y la paz en la región". Las presentaciones de estos ganadores se llevaron a cabo durante la jornada de demostración del Desafío para la Innovación del Cacao Sostenible, donde se presentaron ante un Comité de Selección compuesto por líderes de la industria y una audiencia diversa compuesta por científicos, inversores y actores clave en el ecosistema.

 Este Desafío ha sido posible gracias al esfuerzo conjunto entre las iniciativas de investigación AgriLAC Resiliente y Mitigate+ de CGIAR, y el proyecto "Implementación de Sistemas Agropecuarios Sostenibles para la Orientación Simultánea de la Conservación de Bosques para la Mitigación del Cambio Climático (REDD+), y la Construcción de Paz en Colombia", conocido como Proyecto IKI-SLUS. El evento recibió el apoyo y el impulso de la Plataforma Acelerar para lograr Impacto del CGIAR y Rockstart.