Este trabajo de grado, que estableció la baja calidad de los estudios existentes para determinar el riesgo y el sesgo del uso de esta tecnología, ocupó el segundo puesto en el Congreso Internacional de la Federación Mundial de Láser en Odontología (WLFD-ED), realizado en Montpellier (Francia).
Esto significa que aún no se ha estandarizado el uso de
esta tecnología cuando se van a publicar artículos científicos sobre láser y
los protocolos qué es lo mínimo que se debe reportar”, afirma autora del
estudio, Juliana Garzón Ariza, estudiante de Odontología de la Universidad
Nacional de Colombia (UNAL).
Agrega que, a pesar del moderado riesgo de sesgo, se
observó un efecto positivo de las ROS en la estimulación de la proliferación,
migración y diferenciación de células irradiadas con láser a bajas potencias.
En este Congreso se presentan las novedades relacionadas con
las aplicaciones de los diferentes láseres en odontología; entre los muchos
trabajos que se presentaron, 24 fueron seleccionados para competir en el
“Concurso a mejor trabajo de investigación”, entre ellos el de la estudiante
Garzón, que obtuvo el segundo puesto.
El trabajo “Participación de las especies reactivas de
oxígeno en la respuesta de células osteoblásticas a la irradiación con láser de
baja potencia: Revisión sistemática cualitativa” fue dirigido por las
profesoras Lina María Escobar Márquez y Paula Alejandra Baldión Elorza, de la
Facultad de Odontología.
La profesora Escobar explica que “la terapia con láser de
baja potencia es ampliamente utilizada porque genera efectos antiinflamatorios,
analgésicos y bioestimulantes. En este último aspecto, incrementando el
potencial regenerativo de tejidos como el hueso, mediante la modulación de
procesos metabólicos celulares”.
Señala además que “se ha reportado un efecto bioestimulante
sobre los osteoblastos, que son las células productoras de tejido
óseo —las cuales provienen de las células madre mesenquimales de la
médula ósea — estas últimas esenciales no solo para la formación de hueso sino
también para la de cartílago y tejido adiposo”.
“Lo que se ha visto es que el láser estimula las células
madre mesenquimales a volverse osteoblastos, de manera que estos a su vez
generen y formen hueso cuando este se ha perdido”.
“En la diferenciación de estas células madre hay diversas
moléculas involucradas; algunos estudios han mostrado que dentro de las que se
estimulan para producir más hueso se encuentran las especies reactivas de
oxígeno (ROS)”.
Al respecto Marggie Grajales –odontóloga de la UNAL y
magíster en Láser en Odontología de la Universidad de Barcelona–, asesora
externa del trabajo de investigación, indica que justamente se quería indagar
si a partir de una revisión sistemática de estudios realizados sobre el tema se
había evaluado el papel de las ROS en la formación de nuevas células para
formar hueso.
Las expertas señalan que la revisión sistemática es
importante porque ofrece evidencia que sirve para comparar la información que
existe sobre un tema central.
La revisión –que solo abarcó los registros publicados entre
el 20 de marzo de 2006 y la misma fecha de 2021– se llevó a cabo mediante una
búsqueda en las bases de datos PubMed, ScienceDirect, Scopus y Web of Science.
La estudiante Garzón comenta que los criterios de inclusión
fueron estudios in vitro que evaluaran los efectos de la
irradiación con láser de baja potencia en células osteoblásticas, y
estudios in vitro o de laboratorio que investigaran los
efectos de la terapia láser de baja potencia en la diferenciación osteoblástica
a partir de células madre.
Un tercer criterio fue el de aquellos estudios que indagaran
al menos uno de los siguientes parámetros: viabilidad, proliferación y
diferenciación celular, actividad mitocondrial, y producción de ROS.
Destaca además que aunque existen herramientas para evaluar
la calidad de la evidencia encontrada, ella utilizó una escala de valoración de
los estudios que incluyó aspectos como las estadísticas de las pruebas
realizadas en esas investigaciones, la generación de grupos de células en los
que se aplicó radiación y los grupos experimentales y de control.
“La información sirvió para determinar la calidad de los
estudios y el nivel de sesgo; para ello dividimos los artículos en: 1) calidad
alta o bajo riesgo de sesgo, 2) calidad media o medio riesgo de sesgo y 3)
calidad baja con alto riesgo de sesgo”.
En ese sentido, la revisión sistemática será útil para
aportar sugerencias y enriquecer la fundamentación necesaria para proponer
estándares que puedan ser probados en futuros estudios tanto in vitro como in
vivo, que permitan orientar el diseño de protocolos clínicos aplicables.
La investigación se desarrolló con recursos económicos de la
“Convocatoria para el fortalecimiento de la investigación de la Facultad de Odontología
de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Bogotá 2019”.