Un estudio de evaluación financiera determinó que este tomate tipo chonto de crecimiento determinado produce un rendimiento económico de entre 0,24 y 0,68 pesos por cada peso invertido.
Con el cultivo de esta variedad también se reduce el costo
de mano de obra directa en un 12 % y el consumo de agroquímicos entre 68 y
71 %.
Los resultados del comportamiento económico y técnico de las
líneas estudiadas evidencian condiciones para hacerles frente a las
circunstancias adversas del mercado y las condiciones propias del cultivo de
tomate en Colombia. También demuestran que son una alternativa viable de
ingresos para los pequeños agricultores del Valle del Cauca, asegura el
ingeniero agrónomo Andrés Felipe Escobar Dorado, candidato a magíster en
Administración de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Palmira.
La investigación “Evaluación técnica y financiera de
líneas avanzadas de tomate tipo chonto (Solanum lycopersicum Mill), de
hábito de crecimiento determinado con base en una prueba regional en el Valle
del Cauca”, fue presentada como parte de su trabajo de grado de la Maestría.
Otro de los resultados a destacar es que se alcanza un
rendimiento en kilogramos por hectárea superior a las 70 toneladas, con
rendimientos de entre 5,49 y 6,17 kilogramos por metro cuadrado.
De igual forma, al cultivar tipo chonto de crecimiento
determinado (Solanum lycopersicum Mill) con una menor altura final
de planta permite reducir la cantidad de materiales del tutorado (guadua, hilo,
alambre) y los costos de la mano de obra.
Hay un ahorro de entre 10 y 36 % por la cantidad de
jornales para las podas, amarres y cosecha en todas las líneas
estudiadas. Lo que se ve reflejado en una reducción del 12 % en los
costos totales de mano de obra directa de fabricación, detalla el estudio.
Este trabajo era necesario, ya que las investigaciones
realizadas en el Programa de Mejoramiento Genético, Agronomía y Producción de
Semillas de Hortalizas en cultivares de tomate tipo “chonto” de porte bajo y
ciclo precoz han dejado en claro las ventajas agronómicas de las nuevas
especies, pero existe poca información sobre su estructura de costos de
producción y rentabilidad, señala el investigador.
Sin embargo, el Valle del Cauca es el departamento con
menores registros en niveles de productividad con un promedio de 18,9 t/ha, por
debajo del promedio nacional de 39,3 t/ha y del rendimiento de otros
departamentos como Boyacá, Nariño, Quindío, Antioquia y Caldas. En el Valle del
Cauca, el cultivo de tomate representa la hortaliza con mayor área destinada
para producción, equivalente a 1.693 de 5.718 hectáreas en hortalizas.
Trabajo de campo
Para el presente estudio se usaron cinco líneas avanzadas de
tomate tipo “chonto” (Solanum lycopersicum Mill) de crecimiento
determinado comparadas con un testigo comercial, el UnaPal Maravilla.
El ensayo se realizó bajo condiciones de campo abierto, las
mismas que poseen los pequeños productores de la región, en dos localidades del
Valle del Cauca: el Centro Experimental de la UNAL Sede Palmira en Candelaria y
la Granja Mario González Aranda del municipio de Palmira.
Se usó un diseño experimental de bloques completamente al
azar para elegir las líneas a estudiar, que es la metodología más utilizada
cuando se busca comparar dos o más tratamientos, y se realizaron cuatro
repeticiones para la toma de muestras.
Los nuevos cultivares se aproximan al momento en que puedan
ser puestos en manos de los productores –en su fase de liberación–; al llegar a
ese punto, “esto nos va a permitir decirle a los productores cuanto les cuesta
producir esta especie por planta, por metro cuadrado, por hectárea; y cuántos
ingresos van a obtener por esa planta, por ese metro cuadrado, por esa
hectárea”, señala el agrónomo Escobar.
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