jueves, 18 de febrero de 2021

SIC otorga patente a complejo antimicrobiano para cosméticos

 La Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) le concedió la patente a un complejo conformado por un polímero y un preservante –en este caso el ácido benzoico– que protegería de bacterias y hongos los cosméticos especialmente líquidos, como enjuagues bucales, gotas o aerosoles.

El “complejo polielectrolítico con actividad antimicrobiana en cosméticos”, como se denomina el producto, es el resultado de la tesis de doctorado de Leidy Johanna Dallos, del Departamento de Farmacia de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), quien trabajó en esta invención junto con las profesoras Yolima Baena y Adelina del Pilar Meléndez.

La profesora Baena explica que normalmente los preservantes se usan para controlar microbiológicamente medicamentos, alimentos o cosméticos, ya que estos podrían descomponer los productos o generarles daño a las personas.

Señala además que “durante mucho tiempo los preservantes más empleados fueron los parabenos, pero algunos estudios alertaron que estos podían afectar el equilibrio hormonal y llevar a enfermedades como cáncer de mama, especialmente”. Aunque esto no se ha demostrado del todo, la investigadora menciona que es popular leer: “producto libre de parabenos”, como una manera de transmitirle al usuario que son más seguros.


Aunque estos compuestos eran ampliamente usados en cosméticos por ser estables químicamente y generar protección sobre bacterias y hongos, hoy en día su uso es restringido.

Esa motivación llevó a que las tres investigadoras que recibieron la patente empezaran a trabajar con el ácido benzoico, un preservante que a pesar de ser muy conocido, presenta el problema de que no funciona en todas las condiciones de los productos.

“Los productos se formulan con un pH definido según la estabilidad y el sitio de aplicación. En el caso de la mayoría de cosméticos es común que el pH esté alrededor de 5 y 6. Cuando el ácido benzoico está por encima de ese rango pierde su actividad”, explica la profesora Baena.

Agrega que “así surgió la hipótesis de unir ese compuesto con un polímero para formar el complejo y determinar qué pasaba, cómo se afectaría y si lo mejoraría”.

Lo que encontraron es que lograba actividad incluso a pH 6,9, muy ventajoso frente al ácido benzoico por sí solo. Otras características son una mejor acción contra bacterias y una buena solubilidad en agua, clave para productos como enjuagues bucales o soluciones tópicas.


Excipientes ya disponibles

Desde el grupo de investigación de Sistemas para Liberación Controlada de Moléculas Biológicamente Activas, del Departamento de Farmacia de la UNAL, se modificaron dos excipientes –compuestos que se usan en medicamentos o cosméticos– para estabilizar los productos, mejorar sus propiedades y ofrecerle a la industria un producto con ventajas comparables a los parabenos en su momento, entre otros aspectos.

“Partimos de dos compuestos: el polímero y el ácido benzoico, con funciones distintas, pero aprobados por las regulaciones de medicamentos y cosméticos”, agrega la docente, quien considera que con los datos actuales esa combinación podría ser confiable.

Aunque el trabajo se hizo a escala de laboratorio, es posible escalar el proceso con una tecnología llamada extrusión por fusión, o hot melt extrusion, en la que se calientan los materiales, se pasan por un tornillo sin fin que une los elementos y genera el complejo, investigador. Se sabe que ese proceso no cambiaría las propiedades demostradas en el laboratorio, explican las investigadoras.

Actualmente esa tecnología se incorpora en muchos procesos en la industria farmacéutica y sería fácilmente escalable, porque ya existe la maquinaria industrial necesaria.


“El producto le podría interesar más a las empresas proveedoras de materias primas que a los laboratorios farmacéuticos o de cosméticos, debido a que estos últimos normalmente son usuarios de materias primas para hacer sus productos, pero no los fabrican”, recuerda la investigadora Baena.

Las investigadoras contemplaron el posible uso del complejo inventado en productos de soluciones cosméticas líquidas, aunque aclaran que cuando se crea un producto se parte de las materias primas existentes y no todas se usan en todos los casos. Por ello, el complejo podría usarse siempre y cuando no haya incompatibilidad con otros componentes.

Por último, la investigadora destaca que la idea con la patente es que surjan interesados para que la investigación le sirva a la sociedad y no se limite a una tesis o a un artículo científico.





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