viernes, 20 de junio de 2025

Cerámica, polen y huesos de hace más de 2.000 años fueron hallados en los Montes de María

 Más de 3.000 fragmentos de cerámica decorada, restos de alimentos, semillas, polen y huesos de animales encontrados en tres antiguos asentamientos de los Montes de María (Sucre) revelan que desde el siglo III a. C. comunidades humanas ya habitaban esta región del Caribe colombiano. Estos grupos no eran completamente sedentarios: se desplazaban entre colinas y planicies según la temporada del año, en una estrategia para aprovechar mejor el agua, los alimentos y los recursos del entorno.

La investigación, desarrollada desde el Doctorado en Antropología de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), evidenció que las comunidades prehispánicas que habitaron esta región del Caribe colombiano entre los siglos III a. C. y I d. C. no eran completamente sedentarias, como se creía. Por el contrario, se trasladaban de forma organizada entre distintos paisajes para adaptarse a los cambios estacionales y aprovechar la diversidad de recursos naturales.

El trabajo arqueológico se desarrolló durante 6 años en la cuenca media del arroyo Mancomoján, en el sector oriental de los Montes de María, entre los departamentos de Sucre y Bolívar. Las excavaciones se concentraron en los corregimientos de San Rafael, Flor del Monte, Canutal y Canutalito, todos del municipio de Ovejas. El primer paso fue un reconocimiento del terreno en busca de señales visibles de antiguos asentamientos humanos.

En los sitios seleccionados, el doctor en Antropología Javier Gutiérrez Olano, autor del estudio, realizó excavaciones que en algunos casos alcanzaron casi 3 m de profundidad. Su objetivo era encontrar antiguos basureros domésticos que permitieran reconstruir la vida cotidiana de estas comunidades a partir de sus objetos y restos materiales. En total se excavaron tres unidades domésticas —es decir antiguos espacios de vida familiar— ubicadas en distintos sectores del territorio.

La historia bajo tierra

Con el apoyo de científicos del Instituto de Ciencias Naturales (ICN) de la UNAL, se analizaron semillas, polen y fitolitos (pequeños cuerpos silíceos que dejan las plantas antiguas) para identificar las especies vegetales que consumían estas comunidades. A partir de macrorrestos faunísticos –como vértebras de pescado, fragmentos óseos y una gran cantidad de moluscos terrestres–, el investigador evidenció que estos animales también formaban parte importante de su dieta.

El análisis de las muestras en laboratorio permitió identificar restos de alimentos cultivados como maíz, yuca y arrurruz o sagú, así como semillas carbonizadas de palma de vino (Attalea butyracea) –una especie que ya no existe en la zona– y otras plantas silvestres.

Uno de los principales hallazgos fue la cerámica decorada. El antropólogo recuperó en total más de 3.000 fragmentos con al menos 23 combinaciones técnicas de decoración, que incluyen incisiones, modelados, pintura positiva y negativa, y motivos en colores rojo y crema.

“Estas piezas no solo servían como recipientes domésticos, sino también como elementos de cohesión cultural y expresión simbólica”, explica el experto.

La distribución y complejidad de las cerámicas varió entre los sitios excavados, lo que sugiere que los habitantes usaban distintos espacios según la estación del año, y que cada lugar cumplía una función específica dentro de su dinámica de vida.

“La presencia de capas arqueológicas, o niveles de tierra diferenciadas, indica que los asentamientos se usaban intermitentemente, con retornos periódicos entre ambos paisajes que coinciden con los cambios estacionales”, amplía.

El descubrimiento muestra que las comunidades no dependían exclusivamente de la agricultura, sino que combinaban el cultivo con la recolección y la caza, una estrategia de subsistencia diversificada que respondía a la oferta estacional de alimentos.

“Los hallazgos permiten entender que estas comunidades no eran simples grupos agroalfareros móviles, sino sociedades organizadas que habían desarrollado una forma de vida flexible y resiliente, capaz de adaptarse a un entorno altamente variable”, concluye el doctor en Antropología.

Este trabajo arqueológico contribuye a reconstruir una historia más profunda y rica de los Montes de María, una región que en las últimas décadas ha sido fuertemente golpeada por el conflicto armado colombiano. Sin embargo, sus raíces les ofrecen a las comunidades actuales una conexión con un legado cultural que trasciende los episodios más recientes de la historia, un pasado milenario de personas creativas y organizadas que se adaptaron a su entorno.






lunes, 9 de junio de 2025

UNAL se consolida como la universidad más atractiva para trabajar en Colombia

 La Universidad Nacional de Colombia (UNAL) ascendió al puesto 13 entre las 200 empresas más atractivas para trabajar en Colombia según el Ranking Merco Talento 2025. Con un puntaje de 7.385 puntos sobre 10.000 posibles, la UNAL no solo mejoró su posición en cuatro lugares respecto al año anterior, sino que además retomó el liderazgo en el sector de la educación superior.

En esta edición, 13 universidades fueron nominadas por los diferentes públicos encuestados, pero la UNAL fue la que ocupó el lugar más alto en el listado general. Desde 2010, cuando ingresó al monitor en el puesto 61, la Universidad ha mantenido una trayectoria ascendente en reputación como empleador. Entre 2014 y 2021 ocupó consecutivamente el primer lugar entre las universidades, evolución que demuestra no solo consistencia sino también el impacto de las estrategias institucionales en bienestar y gestión del talento.

El Ranking Merco Talento se elabora con base en 74.851 encuestas aplicadas a 13 grupos de interés, incluidos trabajadores del sector, empleados de otras empresas, buscadores de empleo, estudiantes universitarios, egresados, expertos en gestión del talento, sindicatos y catedráticos, entre otros. Mediante esta metodología se evalúan 15 variables agrupadas en tres dimensiones: calidad laboral, marca empleadora y reputación interna.

Entre los aspectos mejor valorados se encuentran la percepción positiva del ambiente laboral, el equilibrio entre la vida personal y el trabajo, la posibilidad de desarrollo profesional, el reconocimiento institucional y el orgullo de pertenencia a la Universidad.Además,una de las variables incluidas en esta edición fue la percepción de “felicidad” de los empleados, medida con preguntas como: ¿Te sientes feliz en tu trabajo? ¿Tu labor es reconocida? ¿Cuentas con un buen ambiente de trabajo? 

Estos resultados reflejan no solo un reconocimiento externo sino también el efecto de estrategias internas que promueven el bienestar. Entre los factores que explican este posicionamiento se destacan las buenas prácticas en conciliación laboral, las opciones de trabajo remoto y los avances en estabilidad y estructura organizacional.

El reconocimiento coincide con los esfuerzos institucionales recientes por revisar y fortalecer la carrera docente y administrativa, mejorar las condiciones de bienestar y garantizar una cultura organizacional alineada con los valores públicos.


El informe elaborado por la Dirección Nacional de Planeación y Estadística de la Institución advierte que la percepción reputacional está fuertemente influida por la información que circula en medios y redes sociales. La comunicación institucional y la reputación digital hoy son determinantes en la forma como estudiantes, familias, egresados y empleadores valoran a la Universidad. En este sentido, mantener coherencia entre lo que se hace y lo que se comunica es fundamental para sostener y proyectar una imagen favorable.

Con este ascenso en el RankingMerco Talento 2025, la UNAL reafirma su compromiso con la construcción de un entorno laboral digno, ético y sostenible, que reconoce a sus trabajadores como parte esencial de su misión educativa, investigativa y cultural.






miércoles, 4 de junio de 2025

UNAL Sede Palmira aumenta cobertura y fortalece su proyecto académico

 Con nuevos programas académicos en camino, un modelo alimentario que conecta sostenibilidad y aprendizaje práctico, y alianzas regionales que impulsan la transformación tecnológica, la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Palmira muestra cómo se ha fortalecido su compromiso territorial en el último año, en sintonía con la visión institucional liderada por la actual Rectoría de la Institución.

La Sede Palmira ya cuenta con 150 estudiantes matriculados en el programa de Medicina Veterinaria, y en 2026 proyecta abrir dos nuevas carreras de pregrado: Farmacia e Ingeniería Mecatrónica. Esta ampliación académica es la más ambiciosa desde la creación de la Facultad de Ingeniería y Administración, hace 25 años.

“Uno de los principales avances es la consolidación del pregrado en Medicina Veterinaria. Ya recibimos tres cohortes, y están en marcha los estudios técnicos para la construcción del Hospital Veterinario, que estará al servicio no solo de la academia, sino que también atenderá al municipio y a la región”, señala la profesora Luz Stella Cadavid, vicerrectora de la Sede.

Gracias al trabajo articulado de los grupos gestores y al apoyo de las Sedes Bogotá y de La Paz, la Sede Palmira ya formuló los Proyectos Educativos de Programa en Farmacia e Ingeniería Mecatrónica. En agosto estos se enviarán al Ministerio de Educación Nacional para la solicitar los respectivos códigos del Sistema Nacional de Información de la Educación Superior (SNIES).

“Hasta la fecha hemos ofrecido Medicina Veterinaria en convenio con la Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia de la Sede Bogotá. Ahora queremos tener nuestro propio código SNIES, y en ese sentido, desde la Facultad de Ciencias Agropecuarias ya se están adelantando todas las gestiones necesarias”, agrega la vicerrectora.

El nuevo programa en Farmacia fortalecerá la cadena de valor en los servicios de salud, farmacología y producción de medicamentos, con énfasis en productos naturales y nutraceútica que conectan con las potencialidades del Pacífico. Por su parte, la carrera de Ingeniería Mecatrónica integrará saberes en automatización, robótica y electrónica, áreas fundamentales para la transformación productiva regional y la transición hacia una economía basada en la innovación tecnológica.

Alimentación y sostenibilidad: un modelo en expansión

Durante el último año, el Centro de Producción de Alimentos de la Sede Palmira pasó de atender a 382 estudiantes a beneficiar a casi 1.000 con almuerzos subsidiados, bajo un modelo de administración directa.


Este crecimiento se articula con el Programa de Gestión Alimentaria, núcleo de un proyecto de economía circular que ya muestra avances significativos. En el Centro Experimental de la UNAL Sede Palmira (CEUNP) se inició la siembra programada de hortalizas para garantizar una producción continua y sostenible, mientras que la Granja Mario González Aranda se prepara para establecer un sistema constante de producción de huevos, y a futuro de proteína animal.

Para cerrar el ciclo, en el campus principal ya se implementó un sistema de compostaje, liderado por 50 estudiantes de asignaturas como Residuos sólidos, Estrategias educativas ambientales, Ciudad y medio ambiente, y Cambio climático y agrodiversidad.

“Así fortalecemos las prácticas sostenibles y el aprendizaje práctico y producimos el compost que nutrirá nuestras huertas y el Centro Experimental”, comenta la profesora Cadavid.

COP16, hito ambiental para la Sede Palmira

En 2024 la Sede Palmira tuvo un papel destacado durante la XVI Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica de las Naciones Unidas (COP16), celebrada en Cali.


Como anfitriona de la UNAL y Zona Verde oficial, la Sede recibió cerca de 3.000 visitantes en su campus, 5.000 en el estand de la Universidad en Cali y 342 personas en la Reserva Natural Bosque de Yotoco. La agenda académica incluyó 106 conferencias con 143 ponentes nacionales e internacionales, además de lanzamientos editoriales, entre ellos la colección viva del Arboretum Eugenio Escobar Manrique.

Exhibiciones científicas como la del documental Cocodrilos del Orinoco, el Museo de Suelos y el Museo Entomológico, junto con muestras culturales y educativas, consolidaron el posicionamiento de la Sede como referente nacional en sostenibilidad, biodiversidad y compromiso ambiental desde una perspectiva académica y territorial.

El bien común se construye en el campus

Recientemente el Consejo de la UNAL Sede de Palmira aprobó su Plan de Acción, alineado con el Plan Global de Desarrollo de la Institución. Esta hoja de ruta para el trienio 2025-2027 prioriza iniciativas orientadas a fortalecer la convivencia, la resolución pacífica de conflictos y la equidad de género.

“Desde la Vicerrectoría de Sede se han liderado múltiples espacios de diálogo con estudiantes, docentes, personal administrativo, sindicatos y contratistas. Estamos avanzando con el Programa de Promotores de Convivencia, que les ofrece apoyos económicos a los estudiantes más vulnerables, y en la construcción colectiva de un modelo que regule y fomente los emprendimientos estudiantiles dentro del campus”, explica la profesora Cadavid.

Desde la Dirección de Investigación y Extensión se presentará una convocatoria específica para mujeres en la ciencia y el arte. A su vez, dependencias como Bienestar Universitario y Veeduría Disciplinaria, entre otras, destinarán recursos y esfuerzos a procesos de sensibilización sobre temas de género dirigidos a toda la comunidad universitaria.

Palmira fortalece su liderazgo regional

Con un enfoque estratégico, inclusivo y transformador, la Sede Palmira avanza en el fortalecimiento del relacionamiento interinstitucional. “Hemos estado liderando la formalización de la Red de Universidades de Palmira (Rupal), que vemos como una oportunidad para integrar la academia, la investigación y la proyección social hacia el municipio y la región”, destaca la vicerrectora Cadavid.

La Sede también participa activamente en redes como la Corporación para la Integración y el Desarrollo de la Educación Superior en el Suroccidente Colombiano (Cidesco), la Red Colombiana para la Internacionalización (RCI), y la Red de Universidades para la Innovación en el Valle del Cauca (Rupiv), las cuales promueven el conocimiento, la innovación y la internacionalización en el suroccidente colombiano. Además ha desarrollado un trabajo articulado con las Alcaldías de Palmira, Candelaria y Pradera, abriendo espacios de diálogo para formular iniciativas de desarrollo territorial con impacto en la comunidad estudiantil.

Como resultado de estas alianzas, y en conjunto con el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, se están ofreciendo cursos gratuitos en inteligencia artificial y análisis de datos para jóvenes de Palmira y municipios vecinos, a través del programa Talento Tech. Por su parte, la Alcaldía de Palmira iniciará próximamente la construcción de una alameda que mejorará la movilidad frente al campus universitario.

A 90 años de su fundación, la UNAL Sede Palmira mantiene viva su vocación formadora y su vínculo con los territorios, proyectando un legado que sigue creciendo con cada nueva generación.