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jueves, 4 de febrero de 2021
Boyacá y Cundinamarca tendrían suelos “marcianos”
Siete puntos en municipios como El Guamal o Caparrapí, de estos departamentos, tienen potencial para funcionar como análogos planetarios, lo que es clave en el estudio de la astrobiología, que busca entender el origen de la vida en el universo.
Un trabajo reciente del biólogo Diego Gómez, investigador
del Grupo de Ciencias Planetarias y Astrobiología de la Universidad Nacional de
Colombia (UNAL), buscó identificar ambientes extremos en la región
cundiboyacense colombiana con potencial astrobiológico como análogo planetario,
es decir cuyas condiciones sean similares o iguales a otros planetas, es este
caso específico a Marte.
Para encontrar los datos, el investigador Gómez buscó la
bibliografía de variables ambientales de la región cundiboyacense que incluyen
radiación solar, radiación UV incidente, y características tanto del suelo como
litológicas y climáticas. La escogencia de los lugares de análisis se basó en
ese tipo de variables donde hay datos disponibles.
En el primer filtro se seleccionaron seis lugares de
Cundinamarca: Almacafé, Caparrapí, Capellanía, El Hato, Nazareth, y la PTAR
Tocancipá, y uno de Boyacá: El Guamal. De estos se comparó la información de
radiación UV, el clima, la composición de suelo y la litología, es decir las
características de las rocas.
“Estos puntos geográficos ofrecen diversas variables que los
hacen, en cierto grado, potenciales análogos planetarios de interés
astrobiológico y se clasifican según sus características, lo que da como
resultado que la radiación UV y ciertos rasgos geológicos son sus puntos más
fuertes, y aquellos de suelos y clima los menos robustos”, explica el biólogo.
Evidencias en estudio
Su valor consiste en la similitud –por sus condiciones
geoquímicas, mineralógicas o fisicoquímicas ambientales– que permita la
existencia de la vida y se clasifican en tres escalafones: el primero se basa
en evidencia directa; el segundo en evidencia indirecta o altamente sugestiva
que necesita de más datos para su confirmación, y el tercero no cuenta con
evidencia con su objetivo a replicar.
“Marte es uno de los objetivos con más análogos planetarios
exitosos, debido especialmente a que existe una historia geológica similar en
sus inicios. Por ejemplo, el potencial de la región cundiboyacense como posible
análogo planetario es gracias a zonas con alta radiación solar y UV”.
Análogos colombianos
Según el investigador Gómez, para seleccionar los posibles
lugares de interés se usó un calculador rápido de UV y se buscó información de suelos,
litología y clima de los lugares de interés en las bases de datos del Instituto
Geográfico Agustín Codazzi (IGAC).
Agrega que “aunque la región cundiboyacense presenta
ventajas como análogo planetario –entre ellas sus altas tasas de radiación UV y
algunas características litológicas–, lo disímil del suelo es una desventaja,
ya que no se hallaron rasgos como permafrost, presencia de percloratos y
meteorización química o por radiación, como sería el ideal en un análogo
marciano”.
Casi todas las rocas encontradas son clásticas, que
concordarían con las llanuras rocosas de Marte, pero aunque se cuenta con una
temperatura y humedad baja, no alcanza a simular algunos fenómenos ambientales
del planeta rojo.
Prospectiva en Colombia
Algunas conclusiones del trabajo es que se podría abrir un
campo de estudio en bioprospección de microrganismos de interés para la
astrobiología, debido a sus características ambientales parcialmente análogas,
pero es necesario alimentar las bases de datos de los lugares de interés para
enriquecer la labor investigativa.
También plantea apoyarse en expertos de suelos para
determinar a qué profundidad se puede considerar como un análogo de ciertos
suelos y aprovechar la información para hacer un análisis que no se puede hacer
bajo una taxonomía tradicional.
El estudio indica que Colombia tiene una orografía muy rica,
pero que se necesitan análisis para saber qué se puede ofrecer y no dejar de
lado los ambientes extremos.
Por último, el biólogo Gómez recuerda que en el país no hay
un lugar con todos los parámetros ideales, pero sí existen ciertos ambientes
con bastantes variables parciales para futuros estudios y para aprovechar la
prospección de esta área.