Bacterias podrían recuperar suelos afectados por
incendios
A
través de la captura de nitrógeno del ambiente y la absorción efectiva del
fósforo, estos microorganismos ayudarían a devolverle la fertilidad al suelo.
En este sentido, el director del grupo de investigación de
Biología Molecular, Jaime Eduardo Muñoz, desarrolla el proyecto “Determinación
de bioindicadores que evidencien la evolución de la recuperación de la calidad
del suelo con base en métodos de análisis espacio–temporales en áreas afectadas
por incendios forestales”.
Así pues, para identificar las bacterias se realizaron ocho salidas de campo en
las que se hicieron nueve muestreos de zonas donde se presentaron incendios
recientes y no recientes en los municipios de Santiago de Cali, Yumbo, Jamundí
y Tuluá.
A las muestras de suelos se les efectuaron análisis físico–químicos,
biológicos, microbiológicos y moleculares para identificar las condiciones de
los mismos. Una vez se encontraron las diferentes especies de microorganismos
(bacterias), se caracterizaron molecularmente mediante secuenciación y se les
realizó una descripción morfológica a cada una de las bacterias.
Por su parte, los incendios pueden presentar temperaturas que van desde los 100
grados centígrado (° C) a más de 500° C según diversos factores, como por
ejemplo la combustibilidad (facilidad de incineración) de la vegetación,
explica Adriana Martínez Arias, investigadora asociada al proyecto de la
Universidad Nacional de Colombia Sede Palmira.
Esas altas temperaturas que ocasionan los incendios modifican la estructura de
los suelos (los deforman) y volatilizan algunos elementos de importancia para
el crecimiento y desarrollo de las plantas, como la materia orgánica.
Es ahí donde entrarían a jugar un importante papel de recuperación las
bacterias a través de procesos de fijación de nitrógeno (N), ya que dicho
elemento representa el 78 % del total del aire en el ambiente, y al integrarse
en el suelo permite el crecimiento de las plantas; esta sería, entonces, una
alternativa potencial para hacerle frente a las intensas conflagraciones
evidenciadas en el Valle del Cauca.
Las bacterias que ayudarían pertenecen al género Bacillum y poseen mecanismos
para sobrevivir ante dichas condiciones. En este caso, el Bacillus spp libera
endosporas, que son células que permiten la supervivencia de la bacteria porque
están en el suelo a temperaturas menos extremas.
Además se confirmó, como lo menciona la revisión bibliográfica de los
investigadores, que ese género de bacterias puede crecer en suelos medio ácidos
(pH 4,8) como los que se encontraron en las zonas que habían experimentado
incendios y de donde se tomaron muestras.
Por otro lado, “este año se esperaban condiciones más leves que las que se han
venido presentando”. Según información del Cuerpo de Bomberos Voluntarios del
Valle, hay cifras preliminares de 3.708 incendios ocurridos desde el 1.o de
enero al 30 de septiembre de 2015, menciona Fabio Calero Montealegre,
funcionario de la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC).
De igual forma, son 11.000 hectáreas (h) afectadas, la mayoría de las cuales
son pastizales (4.073 h), el resto de daños abarca zonas como parques, lotes y
áreas rurales, entre otros. “Nuestra actividad principal es mitigar los
incendios porque son un problema para nosotros, teniendo en cuenta que se
ocasionan por actividades de origen antrópico (humanos), es decir, por
descuido, negligencia o intencionalmente”, indicó el funcionario Calero.
Con el fin de atenuar esta situación, se estableció un convenio entre la CVC y
la U.N. Sede Palmira, titulado “Apoyo para la gestión del riesgo de incendios
forestales del Valle del Cauca”, en el cual el funcionario Calero Montealegre
es el enlace con la entidad ambiental, mientras que por la Universidad lo es el
doctor en Ciencias Agrarias Jaime Eduardo Muñoz.
Se escogió a la Institución “porque tiene un equipo de formación
interdisciplinaria que permite aprovechar la experiencia investigativa
potencial, propia de la Universidad”, comentó el funcionario de la CVC.
La fase que continúa en el proyecto tiene qué ver con la caracterización del
aporte de los microorganismos en términos exactos en la fijación del nitrógeno.
“Este es un tema del que poco se ha investigado en Colombia, y donde la
biología molecular puede realizar un importante aporte para establecer
estrategias de conservación y recuperación de suelos afectados por incendios
forestales”, concluye Rubén Darío Rojas Pantoja, uno de los ocho expertos
asociados al grupo de investigación, conformado por estudiantes de pregrado,
maestría y doctorado.