Cuyes y codornices, con alto potencial productivo
Estos animales hacen parte de las especies menores de
un modelo de producción que busca mejorar los ingresos en la zona rural del
Pacífico.
“Las especies menores no son aquellos animales considerados
así solo por su tamaño, sino porque la cultura de su consumo es limitada; son
más bien especies exóticas para nuestro medio”, comenta al respecto el
investigador Élbar Ramírez, de la Universidad Nacional de Colombia Sede
Palmira, autor de la iniciativa.
En este sentido, la codorniz, un ave que produce carne y huevos, es muy apetecida en restaurantes de alto nivel. Este animal puede llegar a ofrecer entre 300 y 400 gramos (g) de carne suave que se sirve apanada o tostada, sobre todo en recetas españolas o mediterráneas; un plato de codorniz puede costar entre 30 y 40 mil pesos, sus huevos, además, son aprovechados para cartas especiales.
De acuerdo con este potencial en mercados selectos, se determinó que con una inversión de 15,5 millones de pesos a precios de 2015, se puede instalar una granja campesina para incluir en el programa de producción de especies menores, como la codorniz. La inversión comprende activos fijos y capital de trabajo, que además permitiría comenzar con 1.800 codornices para reproducirlas y alcanzar una producción de al menos 10.000 animales.
Este esfuerzo económico les generaría a las familias campesinas tres salarios mínimos legales vigentes (smlv), es decir, 1.933.050 pesos, sin contar otros ingresos para suplir prestaciones sociales y parafiscales, más el 50 % de un smlv para cubrir costos fijos.
Estos son los cálculos realizados por el investigador Ramírez para que el proyecto se posicione como una propuesta que busque reivindicar el potencial productivo rural con el que las familias campesinas se reconozcan técnica y productivamente como empresas.
Otra de las especies menores que identificó el investigador es el cuy, que se alimenta con forrajes de fríjol, retoños tiernos de lentejas, etc., lo que lo hace un animal de fácil adaptación bajo condiciones apropiadas de manejo técnico. Este tipo de roedor también es apetecido por mercados selectos y se puede encontrar, por ejemplo, en restaurantes del Kilómetro 18 o en el sur de la ciudad de Cali, donde sus costos dependiendo del plato, pueden oscilar entre 35 y 40 mil pesos.
La inversión para este proyecto requeriría 16 millones de pesos, lo cual permitiría comenzar con 1.600 animales en un área de 50 metros cuadrados (m2) donde se reproducirían de manera escalonada.
A su vez, tilapia roja, conejos y ovinos se tienen en cuenta como otras especies menores de gran importancia para jalonar la economía campesina. En el caso de la tilapia, se aprovecharían en un principio las condiciones de pluviosidad (lluvia) del departamento del Chocó y del municipio de Tenerife, en la zona rural de Palmira (Valle).
El proyecto se implementará en la zona Pacífico (Cauca, Valle del Cauca, Nariño y Chocó), no obstante, las actividades productivas se desarrollarían en zonas donde se den condiciones económicas, legales, ambientales y comerciales adecuadas.
Para elaborar la propuesta, se han formulado y evaluado proyectos de inversión productivos, también se han realizado visitas al Centro Latinoamericano de Especies Menores del Sena en Tuluá; se han visitado 10 fincas o granjas productoras de estos animales en el Valle del Cauca y Cauca para ver las condiciones de producción y viabilidad, además, se elaboraron manuales técnicos de manejo de los animales y se tiene planeada una capacitación técnico–administrativa dirigida a los campesinos, realizada por los estudiantes.
La próxima etapa del proyecto busca difundir el modelo productivo con diversos campesinos y empresas para conseguir apoyo en cuanto a nivel de responsabilidad social empresarial y corporativa (RSEC), para el montaje de la infraestructura productiva”, agregó el académico.
La iniciativa del investigador Ramírez, llamada “Redes campesinas productoras de especies menores para plantas de producción industrial”, es apoyada por la docente Margoth Cajigás y parte del Grupo de Investigación Sociedad, Economía y Empresa de la Sede Palmira.
En este sentido, la codorniz, un ave que produce carne y huevos, es muy apetecida en restaurantes de alto nivel. Este animal puede llegar a ofrecer entre 300 y 400 gramos (g) de carne suave que se sirve apanada o tostada, sobre todo en recetas españolas o mediterráneas; un plato de codorniz puede costar entre 30 y 40 mil pesos, sus huevos, además, son aprovechados para cartas especiales.
De acuerdo con este potencial en mercados selectos, se determinó que con una inversión de 15,5 millones de pesos a precios de 2015, se puede instalar una granja campesina para incluir en el programa de producción de especies menores, como la codorniz. La inversión comprende activos fijos y capital de trabajo, que además permitiría comenzar con 1.800 codornices para reproducirlas y alcanzar una producción de al menos 10.000 animales.
Este esfuerzo económico les generaría a las familias campesinas tres salarios mínimos legales vigentes (smlv), es decir, 1.933.050 pesos, sin contar otros ingresos para suplir prestaciones sociales y parafiscales, más el 50 % de un smlv para cubrir costos fijos.
Estos son los cálculos realizados por el investigador Ramírez para que el proyecto se posicione como una propuesta que busque reivindicar el potencial productivo rural con el que las familias campesinas se reconozcan técnica y productivamente como empresas.
Otra de las especies menores que identificó el investigador es el cuy, que se alimenta con forrajes de fríjol, retoños tiernos de lentejas, etc., lo que lo hace un animal de fácil adaptación bajo condiciones apropiadas de manejo técnico. Este tipo de roedor también es apetecido por mercados selectos y se puede encontrar, por ejemplo, en restaurantes del Kilómetro 18 o en el sur de la ciudad de Cali, donde sus costos dependiendo del plato, pueden oscilar entre 35 y 40 mil pesos.
La inversión para este proyecto requeriría 16 millones de pesos, lo cual permitiría comenzar con 1.600 animales en un área de 50 metros cuadrados (m2) donde se reproducirían de manera escalonada.
A su vez, tilapia roja, conejos y ovinos se tienen en cuenta como otras especies menores de gran importancia para jalonar la economía campesina. En el caso de la tilapia, se aprovecharían en un principio las condiciones de pluviosidad (lluvia) del departamento del Chocó y del municipio de Tenerife, en la zona rural de Palmira (Valle).
El proyecto se implementará en la zona Pacífico (Cauca, Valle del Cauca, Nariño y Chocó), no obstante, las actividades productivas se desarrollarían en zonas donde se den condiciones económicas, legales, ambientales y comerciales adecuadas.
Para elaborar la propuesta, se han formulado y evaluado proyectos de inversión productivos, también se han realizado visitas al Centro Latinoamericano de Especies Menores del Sena en Tuluá; se han visitado 10 fincas o granjas productoras de estos animales en el Valle del Cauca y Cauca para ver las condiciones de producción y viabilidad, además, se elaboraron manuales técnicos de manejo de los animales y se tiene planeada una capacitación técnico–administrativa dirigida a los campesinos, realizada por los estudiantes.
La próxima etapa del proyecto busca difundir el modelo productivo con diversos campesinos y empresas para conseguir apoyo en cuanto a nivel de responsabilidad social empresarial y corporativa (RSEC), para el montaje de la infraestructura productiva”, agregó el académico.
La iniciativa del investigador Ramírez, llamada “Redes campesinas productoras de especies menores para plantas de producción industrial”, es apoyada por la docente Margoth Cajigás y parte del Grupo de Investigación Sociedad, Economía y Empresa de la Sede Palmira.
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